JAMAICA: La crisis del azúcar en su peor momento

Derrick Campbell prometió que este año será el último de su carrera como plantador de azúcar en Jamaica, porque después de cinco años de precios en declive su único resultado es la pérdida de dinero.

"Después de pagarle a los trabajadores, no me quedó nada para financiar una nueva siembra. Estoy listo para renunciar", comentó.

Campbell forma parte de un grupo de centenares de jóvenes iniciados en el cultivo de la caña de azúcar hace cinco años, cuando una industria recién privatizada hizo un llamado al público a incorporarse al negocio argumentando que las perspectivas económicas eran buenas.

Pero ahora son millares los cultivadores de caña de azúcar afectados por las consecuencias de lo que se considera como la peor cosecha en 20 años. La producción de Jamaica llegó apenas a las 185.000 toneladas en el último año.

La cifra es reveladora del declive en la producción de azúcar jamaiquina. En los años 60, esta nación caribeña producía más de 500.000 toneladas anuales, pero después de esa época el sector entró en crisis y ha habido dificultades para cubrir la cuota de exportación de 220.000 toneladas.

El pésimo resultado obtenido este año le costará a la industria 56 millones de dólares. La pérdida acumulada desde la temporada 95/96 suma casi 83 millones de dólares.

Las malas cosechas tienen varias explicaciones, incluyendo una sequía persistente, problemas laborales que han provocado el cierre de las plantas procesadoras durante semanas y en plena temporada de cosecha, y el uso de técnicas agrícolas inadecuadas.

Incendios intencionales también contribuyeron a la destrucción de extensas siembras de caña de azúcar en la principal productora en Frome, Westmoreland, lo cual a su vez provocó escasez de materia prima para la planta procesadora del lugar, que es la más grande de Jamaica.

Los incendios intencionales aparecen durante cada temporada de caña, entre noviembre y mayo. Algunos agricultores lo hacen para forzar a las plantas a iniciar la molienda de azúcar antes de tiempo, motivados por factores como la incertidumbre climática o la necesidad de dinero.

En la temporada 1991-92 hubo 223 incendios que causaron la pérdida de 40.770 toneladas. El año pasado, se registraron 200 focos ígneos hasta el mes de febrero, a mitad de temporada, que causaron la pérdida de 30.000 toneladas. Este año esa cifra se duplicó.

Cuando se incendia un campo, la caña de azúcar debe ser cortada de inmediato, y es necesario procesarla antes de 82 horas o de lo contrario se pone añeja y se torna vulnerable a una bacteria llamada dextron, rechazada por los compradores. Estados Unidos multa con 250.000 dólares un nivel elevado de dextron en el azúcar.

La crisis en el sector azucarero generó algunas propuestas para que Jamaica considere cultivos alternativos. Pero el economista Omri Evans advirtió que "el azúcar es demasiado importante para nuestra economía, y por eso no puede ser descartada".

"El sector enfrenta graves problemas y es urgente revisar la industria, pero también es evidente que pueden encontrarse fórmulas para recobrar su rentabilidad", añadió.

El ministro de Agricultura, Roger Clarke, quien además es cultivador de caña de azúcar, aseguró que a fin de mes el gobierno anunciará una estrategia para darle un nuevo impulso a este sector.

La estrategia incluiría un aumento de precios en el mercado local, una ayuda especial para la Compañía de Azúcar de Jamaica, que controla 60 por ciento de la capacidad de producción, y asistencia para las dos principales procesadoras de caña.

Los recursos para financiar esta estrategia se obtendrían de un fondo de 100 millones de dólares destinado por el gobierno al sector azucarero, con el cual también se pretende apoyar la compra de maquinaria más moderna.

Agricultores como Derrick Campbell tienen la esperanza de que esta estrategia permita reactivar el sector y alcanzar la meta de producción de 300.000 toneladas anuales, fijada hace cinco años cuando el gobierno privatizó las fincas azucareras.

La caña de azúcar es el principal producto agrícola de Jamaica. Su industria emplea en forma directa e indirecta a unas 60.000 personas y aporta unos 100 millones de dólares anuales, lo cual la convierte en la tercera generadora de divisas de este país, por detrás del turismo y la bauxita.

La producción comercial de azúcar se inició en Jamaica a mediados del siglo XVII, cuando los ingleses se apoderaron de la isla que hasta entonces era un dominio español, y fue el producto más importante de su economía hasta mediados de los años 50.

El Instituto de Investigación Industrial sobre el Azúcar ya hizo algunas recomendaciones para tratar de recuperar los tiempos de gloria: aumentar la operación de las procesadoras de 60 por ciento de su capacidad a 85 por ciento, equivalente a 20 horas al día.

Por otra parte, Jamaica necesitaría incorporar otras 2.000 hectáreas al cultivo de caña de azúcar, para completar una superficie total de 49.000 hectáreas, sugirió el Instituto. (FIN/IPS/tra-en/vs/cb/lc-ml/dv/98

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