La aceptación condicional por Pakistán de una prohibición de pruebas nucleares y una serie de acuerdos hoy entre los primeros ministros de ese país e India alteraron el paisaje político de Asia meridional tras meses de creciente tensión.
Las expectativas eran bajas para la reunión entre el primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, y el de India, Atal Behari Vajpayee, que tuvo lugar en el Palace Hotel de Nueva York, donde ambos se alojan esta semana.
Las pruebas nucleares realizadas en mayo por India y Pakistán y la agudización de la antigua disputa por el estado indio de Cachemira debido a la elección este año de una coalición encabezada por el partido nacionalista Bharatiya Janata habían menguado las esperanzas de progreso entre Nueva Delhi e Islamabad.
Sin embargo, Sharif confirmó en su discurso de este miércoles ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que "Pakistán está listo para adherirse al Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares" antes del próximo septiembre, cuando tendrá lugar una conferencia de partes.
El anuncio otorga nuevo impulso al Tratado, que requiere la ratificación de 44 países específicos con capacidad nuclear, incluidos India y Pakistán, para entrar en vigor.
"Pakistán declaró una suspensión de los ensayos, y también India. No hay razón por la que ambos no podamos adherirnos al Tratado", dijo Sharif.
En un cambio de política, el mandatario paquistaní no exigió que India firme el acuerdo antes que Pakistán, aunque señaló que Nueva Delhi también tendrá que suscribirlo para que entre en vigencia.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, tuvo palabras de aprobación para el anuncio de Pakistán y señaló que, una vez que se concrete, 42 de los 44 países que deben ratificar el Tratado lo habrán al menos firmado. Las excepciones son India y Corea del Norte.
El Tratado fue suscripto por 150 países, pero sólo 21 lo ratificaron. Estados Unidos no está dispuesto a ratificarlo mientras continúe el temor sobre la proliferación nuclear en Asia meridional.
Vajpayee no indicó si India habrá de seguir el ejemplo de Pakistán. Aunque Nueva Delhi e Islamabad intercambiaron este miércoles puntos de vista sobre el Tratado, "ambos países toman decisiones independientes. India aún no tomó una decisión final", declaró el mandatario.
La posible aceptación del Tratado de parte de Pakistán contiene importantes salvedades. "Pakistán aceptará el tratado sólo a condición de que no se lo someta a coerción o presión", advirtió Sharif.
"Esperamos que se levanten rápidamente las restricciones arbitrarias que las instituciones multilaterales impusieron a Pakistán. También esperamos que se levanten las sanciones discriminatorias contra mi país", señaló.
Esas condiciones presionan en cierta medida a Estados Unidos, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que levanten las sanciones contra Pakistán e India, decididas tras los ensayos nucleares de mayo.
"Estaremos contentos si Pakistán firma el Tratado", declaró el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Sandy Berger, luego de la reunión entre Sharif y el presidente Bill Clinton, aunque no prometió una recompensa específica.
Un equipo del FMI se encuentra en Islamabad negociando la entrega de préstamos al gobierno, cuyas divisas se derrumbaron desde la imposición de las sanciones.
Fuentes de Washington dijeron a IPS que las instituciones multilaterales aprobarán en breve el dinero para Pakistán, pero negaron que el mismo esté condicionado a la aceptación del Tratado por parte de Islamabad y puntualizaron que las decisiones del FMI son "apolíticas".
No obstante, no es ningún secreto que tanto Nueva Delhi como Islamabad recibieron críticas y presiones económicas internacionales a partir de las pruebas nucleares de mayo.
Desde entonces, Pakistán, con una economía más vulnerable que India, se esforzó por demostrar que no es "insensible a las inquietudes generadas por las pruebas nucleares de Asia meridional", como dijo Sharif.
Sharif prometió este miércoles que su gobierno se comprometerá a resolver todas sus disputas con India mediante el diálogo.
Mientras, Vajpayee desafió la creencia de que su partido fundamentalista y la derechista Liga Musulmana de Sharif no se pondrían de acuerdo sobre ningún punto importante. "Se está abriendo un nuevo capítulo en la cooperación indo-paquistaní", aseguró a la prensa luego de la cumbre.
Los dos gobiernos aceptaron celebrar conversaciones sobre diversos puntos en los próximos meses, como las disputas sobre Cachemira y el glaciar de Siachen, la cooperación comercial y económica, la colaboración contra el terrorismo y el narcotráfico, y la construcción de un proyecto hídrico conjunto.
El primero de los encuentros, que versará sobre Cachemira y cuestiones de paz y seguridad, tendrá lugar en Islamabad el 15 de octubre entre el canciller paquistaní Shamshad Ahmed y su par indio Shri K. Raghunath. Otras rondas están previstas para noviembre en Nueva Delhi. (FIN/IPS/tra-en/fah/ml-aq/ip/98