La desigualdad de oportunidades del hombre y la mujer crea la amenaza de que la globalización agigante la brecha entre los dos géneros, alertó hoy en Venezuela una reunión de ministras y responsables del sector en Iberoamérica.
La ministra de la Secretaría de la Mujer de Paraguay, Haydée Carmagnola, indicó que las estructuras asimétricas que afectan a la mujer la hacen especialmente vulnerable al proceso de mundialización económica y social.
Carmagnola abrió este jueves el IV Encuentro Iberoamericano de Ministras y Responsables de Políticas de la Mujer, que por dos días analizará el impacto de la globalización sobre la mujer en los 19 países latinoamericanos, España y Portugal.
La Declaración de Caracas con el enfoque de género de la mundialización servirá de insumo para la VIII Cumbre Iberoamericana, que se realizará en la ciudad portuguesa de Oporto en noviembre y estará dedicada al fenómeno de la globalización.
La presidenta del venezolano Consejo Nacional de la Mujer, María Guzmán, afirmó que la globalización tiene multiples definiciones según diferentes teóricos y según se viva el proceso en el Sur en desarrollo o en el Norte industrial.
Pero señaló que, más allá de cómo se defina, un hecho indiscutido es que "la globalización es androcéntrica, pues no refleja ni las necesidades ni las realidades de las mujeres".
El presidente Rafael Caldera afirmó al instalar el encuentro que la igualdad entre el hombre y la mujer es una deuda que tiene la sociedad mundial y en particular la iberoamericana.
Caldera, un democristiano independiente de 82 años que finalizará su mandato en febrero, recordó que la llegada de los españoles a América, en 1492, fue resultado de la decisión de una mujer: la reina Isabel la Católica.
El gobernante dijo que los países herederos del encuentro entre los europeos y los indoamericanos deberían aprender de la reina Isabel y de su esposo, el rey Fernando, que tenían como lema: "Tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando".
Guzmán dijo que los violentos cambios producidos por la globalización han determinado en América Latina un hecho positivo, como es la apertura de múltiples procesos de integración, que buscan tejer una unidad subcontinental.
En ese contexto, Guzmán afirmó que las mujeres están construyendo "una nueva forma de integración: la integración desde la identidad de género", en que participan con una unidad ejemplar quienes laboran en el sector oficial y quienes actúan desde el movimiento no gubernamental.
La presidenta del consejo venezolano recordó que los estudios muestran que la mujer "es la que más paga la factura de la globalización", al ser la más afectada por la precarización y flexibilización del empleo, la caída del gasto social y la privatización de los servicios, en especial el de salud.
Guzmán dijo que la sociedad global en gestación se basa en una interdependencia del sistema económico y una integración financiera que uniforma los procesos sin distingo de fronteras o realidades nacionales, con fenómenos como la maquila.
Detalló que las maquiladoras (productoras para exportación por cuenta de otros, con insumos importados) proliferan en América Central, aumentan en el resto de la región y 80 por ciento de los trabajadores que emplean son mujeres.
La mayoría de esas trabajadoras tienen entre 14 y 25 años y muchas son madres solteras, que cumplen jornadas de 12 horas en condiciones de gran precariedad.
La ministra Carmagnola dudó que mientras se mantenga la exclusión social de género o de grupos sociales se pueda hablar de democracia en los 21 países iberoamericanos, porque la ética democrática es "la ética de la igualdad".
Añadió que "el relanzamiento de la igualdad entre todos y todas es un imperativo de la democracia y el desarrollo humano sostenible" que no puede ser derrumbado por una globalización que genera asimetrías que "hacen que se agiganten las brechas de género".
La ministra paraguaya planteó que la reunión debe hacer propuestas concretas a la cumbre de Oporto para que la cooperación internacional se convierta en una herramienta para para corregir el desequilibrio de género que acarrea la globalización. (FIN/IPS/eg/ff/hd/98
