La cúpula y dirigentes históricos del socialismo español arroparon hoy a su ex ministro de Interior, José Barrionuevo, quien ingresó a la cárcel para cumplir condena por secuestro y malversación de fondos.
El ex presidente del gobierno y ex secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González, fue el último en despedir a Barrionuevo y al ex secretario de Estado de Seguridad, Rafel Vera, también encarcelado.
González, que gobernó de 1982 a 1996, abrazó en la puerta de la prisión a sus dos antiguos colaboradores.
Barrionuevo, Vera y otras diez personas que ocuparon altos cargos en el gobierno socialista fueron condenados el 29 de julio por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en el primer juicio por la "guerra sucia" contra los independentistas vascos (1983-87).
En el primer momento lograron eludir el ingreso en prisión al presentar un recurso, que no pudo ser tratado en agosto por ser época de vacaciones. El lunes de esta semana, el TSJ confirmó la condena y la orden de prisión.
Barrionuevo y Vera se declaran inocentes y no solicitaron el indulto. Los otros 10 sentenciados, que confesaron y se arrepintieron, presentaron ese pedido.
El TSJ decidió entonces suspender su ingreso en la cárcel hasta que los órganos pertinentes tomen resolución acerca de los indultos solicitados.
Este jueves se abrió una seria posibilidad de que esas 10 personas también sean encarceladas, pues el fiscal del TSJ, José María Luzón, presentó un escrito reclamando que comiencen a cumplir su condena, aunque no se haya resuelto todavía sobre su pedido de indulto.
La sentencia fue dictada por el secuestro en diciembre de 1983 de Segundo Marey, el primero de unos 40 secuestros y atentados mortales reivindicados por los Grupos Antiterroristas de Liberaciónoo (GAL).
Marey residía y aún reside en el Francia, sobre la frontera española, y no se le conoce actividad política.
Según consta en el sumario judicial, fue confundido con un dirigente de la organización ilegal ETA, al que se pretendía secuestrar para canjearlo por cuatro policías españoles detenidos en Francia al intentar el secuestro de otro dirigente etarra.
El PSOE organizó un acto público frente a la prisión central de Guadalajara, a 55 kilómetros de Madrid, para testimoniar su solidaridad con los condenados.
Allí concurrieron Barrionuevo y Vera, acompañados por González, el histórico presidente del PSOE, Ramón Rubial, el secretario general, Joaquín Almunia y el candidato a la presidencia, José Borrell.
También participaron de la concentración Manuel Chávez, José Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidentes de las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, respectivamente.
Barrionuevo se dirigió a los varios centenares de personas reunidas frente a la cárcel y reiteró su declaración de inocencia. "Ingresaremos (en prisión) para dar cumplimiento a una disposición legal, aunque injusta", dijo.
Momentos antes, Barrionuevo y Vera firmaron un comunicado para reiterar que no pedirán el indulto. "Todavía nos queda la dignidad", declararon los dos condenados, para explicar su renuncia a ese beneficio.
El secretario general del PSOE, Almunia, insistió en la misma línea: "Estamos convencidos de que Pepe (Barrionuevo) y Rafa (Vera) son inocentes", afirmó. También acusó al gobierno del centroderechista Partido Popular de haber impulsado "la injusta condena".
Barrionuevo y Vera eligieron la centenaria cárcel de Guadalajara para comenzar a cumplir su condena, pues es una de las pocas en las que no hay presos de la organización ilegal vasca ETA.
Tampoco estarán en contacto con los 115 presos comunes allí recluidos, ya que fueron alojados en un pabellón especial, antes destinado a mujeres y que se encontraba vacío.
Apenas traspusieron las puertas de la cárcel, Vera y Barrionuevo debieron cumplir los trámites de todo preso: huellas dactilares, fotografías, requisa de pertenencias personales, reconocimiento médico y ducha higienizante. (FIN/IPS/td/ff/ip/98
