El opositor PSOE objeta la independencia de la justicia de España, irritado por la condena de un ex ministro y varios ex funcionarios de su gobierno (1982-1996) por la "guerra sucia" contra independentistas vascos.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) deberá pronunciarse este martes sobre un pedido de aclaración planteado por la defensa de los condenados. Fuentes judiciales anticipan que, tras la aclaración, los condenados deberán ingresar a prisión.
El ex ministro del Interior José Barrionuevo, el ex secretario de Seguridad Rafael Vera, una decena de funcionarios policiales y un ex dirigente socialista vasco fueron condenados a prisión por el secuestro en diciembre de 1983 de Segundo Marey, residente del País Vasco francés sin actividad política.
El ex presidente del gobierno y líder del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), Felipe González, afirmó el sábado que a los jueces del TSJ "les han hecho hacer una operación que nunca deberían haber hecho".
González añadió que "no se les debería haber puesto en situación de pronunciarse sobre (el ex secretario de seguridad Rafael) Vera y Barrionuevo, ya que ésta es una batalla política".
González y toda la dirección del PSOE dicen que los juicios por la guerra sucia, del que el caso Marey es el primero, obedecen a una campaña política impulsada por el gobernante Partido Popular (PP) y periodistas afines, como el director del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez.
Algunos dirigentes socialistas llegaron a proponer la convocatoria este martes a una manifestación frente a la cárcel para impedir el ingreso de los condenados.
Tras conocer las palabras de González, el presidente del Consejo General del Poder Judicial y del TSJ, Javier Delgado Barrio, calificó las reacciones socialistas en torno a la sentencia del caso Marey de "airadas".
Delgado Barrio subrayó que la sentencia condena la privación de libertad de Segundo Marey, "que resulta de la valoración de unas pruebas practicadas públicamente y de la aplicación del ordenamiento jurídico".
La instrucción del sumario estuvo a cargo del juez Baltasar Garzón hasta que hubo indicios de la culpabilidad de Barrionuevo. En ese momento, el caso pasó a la sala segunda del TSJ, pues el acusado era diputado y gozaba de fuero especial.
Luego de que el TSJ emita su aclaración y aunque el martes ingresen en prisión, los acusados tienen todavía esperanza de que prospere un recurso de inconstitucionalidad que presentaron ante el Tribunal Constitucional.
Ese Tribunal no volverá a juzgar el caso. Sólo deberá pronunciarse en torno a la alegada indefensión de los condenados, lo que, a la vista de los sucesivos pronunciamientos de los jueces, puede terminar en una ratificación de la sentencia.
Pero no acaban ahí los problemas judiciales para los socialistas.
Además de otros casos abiertos por la "guerra sucia", este lunes se hizo pública la condena contra otro miembro de ese partido, Gabriel Urralburu, por cobrar comisiones mientras fue presidente de la Comunidad Autónoma de Navarra (1983-1989).
Urralburu fue condenado por un delito continuado de cohecho a once años de prisión, al igual que Luis Roldán, ex jefe de la Guardia Civil, una policía militarizada. Las esposas de ambos y un testaferro también fueron condenados como colaboradores del cohecho.
Ante la enérgica defensa de Vera, Barrionuevo y de otros encausados ejercida por la dirigencia socialistas de Vera y Barrionuevo, surgen interrogantes en torno al futuro del PSOE.
Enrique Gil Calvo, articulista del diario El País, se preguntó en una nota publicada este lunes si continuará la "huida hacia delante" del PSOE, que, agregó, debería sobreponerse y asumir la sentencia con todas sus consecuencias.
Lo que el PSOE "se juega no es el crédito personal de González o Barrionuevo, sino su propio crédito histórico como institución", advirtió Gil Calvo. (FIN/IPS/td/mj/ip hd/98