El Export-Import Bank de Estados Unidos suele rechazar los proyectos que no cumplen sus requisitos de protección al ambiente, pero esa política puede cambiar si se aprueba una propuesta legislativa para hacer más competitivas las empresas de este país.
El senador republicano Frank Murkowski propuso una enmienda para prohibir al Export-Import (Ex-Im) Bank negar el financiamiento a los proyectos que no satisfagan sus condiciones ambientales, cuando el gobierno de otro país industrializado sí los apoye.
El Ex-Im y otras agencias similares proveen a las empresas locales, en este caso a las estadounidenses, miles de millones de dólares en préstamos, seguros y otras fórmulas de asistencia financiera, con el fin de apoyar sus inversiones en el extranjero.
La enmienda de Murkowski tiene un fuerte respaldo del sector empresarial que rechaza las pautas ambientales porque, según dicen, les hace competir en desventaja.
Dado que las agencias de exportación e importación de otros gobiernos industrializados tienen requerimientos ambientales menos estrictos, empresas de Francia, Alemania y Japón reciben financiamiento subsidiado por el Estado para proyectos que el Ex- Im no apoyaría.
Ambientalistas de Estados Unidos advirtieron que la aprobación de la enmienda provocaría una verdadera competencia entre agencias de exportación e importación por reducir sus requerimientos, en vez de aumentarlos, con el fin de respaldar a sus empresas en las disputas por contratos para proyectos de desarrollo.
"Debido a la falta de criterios ambientales, muchas de estas agencias de exportación e importación se involucran en proyectos depredadores, como por ejemplo la Represa de las Tres Gargantas en China", denunció John Sohn, analista político del grupo ambientalista Amigos de la Tierra.
Sohn consideró que, en vez de aprobar la enmienda, "Estados Unidos debería persistir en su política y presionar a otros países para que nivelen hacia arriba sus requerimientos ambientales".
El Ex-Im Bank estadounidense rechaza préstamos a las empresas cuando los proyectos en los cuales participarán destruyen bosques tropicales o nativos, o cuando afectan la calidad del aire, el suelo o el agua.
El senador Murkowski aseguró que estas condiciones perjudican a las empresas de Estados Unidos, las cuales deben participar en feroces competencias internacionales para tratar de adjudicarse contratos, y añadió que la Represa de las Tres Gargantas es un ejemplo de esta situación.
En este caso, el Ex-Im Bank se negó a entregar financiamiento, y por lo tanto las empresas estadounidenses, en especial la proveedora de maquinaria pesada Caterpillar, quedaron fuera de la competencia por los jugosos contratos, asignados entonces a compañías europeas.
La enmienda prohibiría al Ex-Im Bank tomar en consideración requisitos ambientales, a menos que el proyecto también haya sido rechazado por otros países industrializados. El objetivo es "evitar que nuestras empresas muerdan el polvo, mientras de todas maneras se degrada el ambiente".
Murkowski argumenta que Estados Unidos no debería actuar unilateralmente.
En el caso de Tres Gargantas, señaló, si bien la actitud del Ex- Im Bank no impidió la realización del proyecto, Estados Unidos debería estar orgulloso por haberse rehusado a financiar un proyecto que desplazará a 1,3 millones de personas e inundará grandes extensiones de bosques y tierra cultivable.
El Sierra Club y otros grupos ecológicos argumentan que la enmienda afectará los verdaderos intereses económicos de Estados Unidos, y al mismo tiempo contribuirá a la depredación del ambiente.
Uno de los beneficios económicos, reconocido por funcionarios del Ex-Im Bank, es que se logra vender nuevas tecnologías ecológicas, un campo en el cual Estados Unidos tiene mayor desarrollo que otros países.
Las organizaciones ambientalistas también dijeron que la aprobación de la enmienda revertiría la posición del Senado sobre cambio climático.
"Le piden al mundo en desarrollo que coopere, pero la propuesta de Murkowski permitirá financiar plantas termoeléctricas y campos petroleros en esas mismas naciones", dijo Sohn.
Los opositores a la enmienda están pidiéndole al presidente Bill Clinton que vete esa disposición si logra ser aprobada por el Senado.
Clinton podría responder afirmativamente, pues su gobierno respaldó la adopción de requerimientos ambientales más estrictos y promueve la aprobación de normas internacionales para las agencias de exportación e importación.
Una declaración del gobierno destacó los avances por promover normas más estrictas en otros países y consideró que si los requerimientos del Ex-Im Bank son eliminados "quedará muy afectado el liderazgo y la credibilidad de Estados Unidos con respecto a estos temas". (FIN/IPS/tra-en/dk/aa/kb/lc-ml/en-if/98