Sindicatos ecuatorianos se preparan para resistir al plan económico anunciado por el presidente Jamil Mahuad, que elimina subsidios sociales y aumenta impuestos, mientras asesores de bancos y empresas solicitan la reducción del Estado.
La dirección del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que agrupa a tres centrales sindicales, comvocará a una huelga nacional en rechazo de las medidas lanzadas el lunes por Mahuad, quien asumió la presidencia en agosto.
"El pueblo ya no tiene salidas y con estas decisiones se le está asfixiando", declaró el presidente del FUT, Wilson Becerra.
La Iglesia Católica calificó de dolorosas las decisiones adoptadas por el gobierno para equilibrar las cuentas públicas, combatir la inflación y enfrentar el impacto de la caída de precios del petróleo.
Las medidas dispuestas "no nos gustan, pero si se dan, deben tener en cuenta la suerte de los pobres", declaró el presidente de la Conferencia Episcopal, Mario Ruiz.
La iglesia condicionó el apoyo moral que le ha solicitado Mahuad a cambio de remedios sociales a favor de los pobres.
Ese eventual apoyo de la iglesia a Mahuad determinó la reacción de Becerra. El dirigente sindical advirtió a los obispos que su "complicidad" con el gobierno ayudaría a "estrangular más al pueblo".
Mientras, varios analistas aseguraron este martes que las medidas del gobierno eran necesarias. El economista Roberto Baquerizo las consideró apropiadas para la circunstancia actual, de crisis interna e internacional, aunque solicitó a las autoridades la reducción de la burocracia estatal.
El democristiano Mahuad anunció por cadena nacional de radio y televisión el recorte de gastos del Estado, una reforma tributaria y la eliminación de subvenciones, aunque con el contrapeso de compensaciones para los más pobres.
Mahuad realizó su intervención pocas horas después de que el Banco Central resolviera una devaluación de 15 por ciento del sucre, para frenar el drenaje de reservas internacionales y mejorar la posición exportadora del país.
La devaluación determinó el aumento en 13 por ciento de los combustibles, y el plan del gobierno suprime los subsidios al gas de uso doméstico, la energía eléctrica y el combustible diesel, que tienen para el Estado un costo de 64 milllones de dólares al año.
El cilindro de gas de uso doméstico se incrementa de 0,79 a cuatro dólares, el galón de combustible diesel de 0,67 a 0,94 dólares, y el kilovatio hora de electricidad, de 0,02 a 0,06 dólares.
Como compensación, el 1 de noviembre se pondrá en marcha un sistema en el que, con la colaboración de iglesia y bancos, se dará dinero en efectivo a los más necesitados.
Todas las mujeres sin empleo que tengan al menos un hijo menor de 18 años e ingresos inferiores a 160 dólares mnsuales podrán inscribirse a partir del 1 de octubre en cualquier templo católico o evangélico.
A partir del 1 de noviembre, esas mujeres podrán presentarse en cualquier ventanilla bancaria del país, para recibir un subsidio de 16 dólares. El banco privado informará al final del día al gobierno los montos pagados de este modo, y éste le reembolsará.
Las personas mayores de 65 años recibirán la mitad de esa suma, y los afiliados al seguro social obtendrán un incremento de 16 dólares en su compensación salarial.
Mahuad mencionó la caída de precios del petróleo, el principal producto de exportación del país, que sostiene 40 por ciento del presupuesto del Estado, y los daños causados a la economía por el fenómeno climático de El Niño.
También arguyó la necesidad de abatir el déficit fiscal heredado por su gobierno, que llega a siete por ciento del producto interno bruto. "No soy culpable de la crisis, pero debo afrontarla", declaró.
Sólo la reforma tributaria prevista exige la aprobación del Poder legislativo. La administración propondrá a los legisladores eliminar las exoneraciones, deducciones y reducciones exageradas de impuestos. También racionalizará los tributos, con trámites más simples y aranceles menores.
Así mismo, el gobierno pondrá a la venta acciones de la compañía telefónica y de la empresa nacional de electricidad, y abrirá el sector petrolero al capital extranjero. Según sus cálculos, esas decisiones habilitarán el ingreso de 2.000 millones de dólares en los próximos años.
Las medidas compensatorias costarán al gobierno 251 millones de dólares, lo que implica un ahorro de 313 millones frente a los ahora eliminados subsidios al gas, la electricidad y el combustible diesel.
Walter Spurrier, de Análisis Semanal, dijo que la eliminación de subvenciones "constituye una solución a mediano plazo, porque cubre una cuarta parte del problema fiscal".
Por su parte, Abelardo Pachano, editorialista económico y representante de la banca, solicitó complementar estas medidas con la reducción del tamaño del Estado, fomentando la inversión privada en todas las áreas. (FIN/IPS/gm/ff/ip if/98