ECUADOR: Huelga en refinerías amenaza con radicalización

Los trabajadores de la principal refinería de petróleo de Ecuador detuvieron sus tareas en demanda de mejoras de recursos y salarios, mientras el gobierno no descarta apelar a las fuerzas armadas y convoca al capital privado.

Ante la posibilidad de una escasez de combustible en el país por causa de la huelga, el ministro de Energía, Patricio Ribadeneira, no descartó días pasados la idea de una militarización de las refinerías en huelga.

El secretario general del Comité de Empresa de Trabajadores de Petroindustrial (Cetrapin), Vidal Estacio, informó que la huelga se radicalizará si el presidente de Ecuador, Jamil Mahuad, no presenta una propuesta aceptable a los trabajadores.

Pero el déficit fiscal que afronta el país dificulta la obtención inmediata de recursos, mientras el gobierno, que asumió el 10 de agosto, es partidario de fomentar la participación privada.

Ecuador produce alrededor de 380.000 barriles diarios de crudo, y en 1997 exportó 77 millones de barriles, por valor de 1.200 millones de dólares. Esos ingresos sostuvieron más de 40 por ciento del presupuesto gubernamental.

La mayor de las refinerías del país, la de Esmeraldas, detuvo sus actividades en forma total el día 11. Allí, la huelga se inició en forma parcial, con dos horas diarias en el sector administrativo, pero se amplió hasta llegar a ocho horas y afectando el despacho de combustible.

La refinería de Esmeraldas, con una producción de 90.000 barriles diarios, casi 60 por ciento del total del país, se encuentra en su tercer proceso de ampliación, a cargo de la compañía española Técnicas Reunidas, con más de un año de retraso.

Estacio anunció que la huelga no cesará hasta que no se atiendan los reclamos, en especial los referidos a la de adquisión de repuestos.

La situación no es igual que en la refinería de La Libertad, dijo, y no se podría solucionar de la misma forma, ya que el Estado tiene invertidos más de 200 millones de dólares en la refinería de Esmeraldas.

En La Libertad, el paro concluyó con la firma de un acta de compromiso con el Directorio de Petroecuador, después de un acuerdo sobre la convocatoria a licitación internacional para la captación de un "socio estratégico" para la refinería.

Esto permitirá contar a mediano plazo con los 200 millones de dólares requeridos para modernizarla sin transferir los activos, que seguirán en manos del Estado, anunció Petroecuador.

La Libertad, revertida al Estado en 1989, procesa unos 45.000 barriles de combustible por día, 27 por ciento del total del país, y cuenta con 300 trabajadores permanentes.

"Es imposible que se vaya a entregar a Esmeraldas al capital privado ahora. Sería cometer un delito, un sacrilegio entregarla recién modernizada a un socio estratégico", declaró Estacio.

Por otra parte, Ecuador sufrirá de nuevo apagones generalizados en los próximos meses, debido al déficit de producción de energía que la sequía causa en la central hidroeléctrica de Paute, que cubre el 60 por ciento de las necesidades del país.

En lo que se ha convertido en un ritual anual, los ecuatorianos preparan generadores portátiles y velas para no quedar a oscuras durante los cortes de energía que comenzarán en octubre.

El gerente del Instituto Ecuatoriano de Electrificacion (Inecel), Raúl Maldonado, exhortó a los usuarios a ahorrar energía y dijo que solo a fin de mes se sabrá con certeza la fecha de los apagones.

Cuando ocurren, los apagones son programados, distribuidos por sectores de las principales ciudades, y su duración se publica con antelación por la prensa. Aun así, ocasionan grandes pérdidas en la producción y molestias a los particulares. Según la gravedad del problema, pueden durar entre dos y diez horas.

En el período de octubre a enero, la escasez de lluvias en el sur del país deja a la central hidroeléctrica de Paute con un caudal de agua inferior al necesario para el óptimo funcionamiento de sus diez turbinas (200 metros cúbicos por segundo).

Al bajar el nivel, turbina tras turbina va dejando de trabajar. Actualmente, el caudal asciende a unos 100 metros por segundo.

Al disminuir la provisión de Paute, el país sufre un déficit de electricidad de unos 500 megavatios. El Estado trabaja hace varios meses para tratar de zanjarlo, pero la lentitud del trámite burocrático y el proceso del cambio de gobierno influyó en su atraso.

La principal de las medidas es la contratación de una barcaza generadora de energía de la firma Energy Corp, que se instalaría en las costas ecuatorianas y produciría 105 megavatios.

Se prevé que este fin de semana concluya el trámite del contrato, y luego de esto hay que contar 75 días para que la barcaza llegue a Ecuador, por lo que habrá que esperar hasta diciembre para contar con su generación.

Actualmente se trabaja en forma acelerada en el mantenimiento de las centrales térmicas de Esmeraldas y Pascuales, comprando para la segunda un equipo de centrifugación que permita aumentar su generación, lo que estará listo en un mes. También se ha renovado y repotenciado equipos en Emelec y Electroquil. (FIN/IPS/gm/mj/en/98

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