El gobierno de Colombia llamó hoy a los trabajadores estatales para que desistan de la huelga de 48 horas convocada a partir de este miércoles, 58 días después del comienzo de la presidencia de Andrés Pastrana.
La huelga, apoyado por las tres centrales obreras de este país, es la primera protesta contra Pastrana, quien asumió el 7 de agosto, y es convocada en rechazo del ajuste presupuestal anunciado por el gobierno.
El ministro del Trabajo, Hernando Yepes, propuso a los trabajadores constituir una "comisión de concertación laboral" para discutir sus peticiones en una agenda abierta, al tiempo que anunció que no permitirá que la detención de actividades afecte los servicios públicos.
La protesta fue convocada por la Federación Nacional de Trabajadores Estatales (Fenaltrase), y se sumaron los sindicatos de empresas públicas y la Federación Nacional de Educadores (Fecode).
Fenaltrase nuclea a cerca de 800.000 trabajadores de servicios públicos, funcionarios judiciales y del sector de salud, entre otros.
El ministro de Educación, Germán Bula, exhortó a los integrantes de Fecode a concurrir a las aulas y afirmó que "no existen razones" que justifiquen una parálisis del sector educativo.
La estatal Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol), cuyos trabajadores adhieren a la huelga, anunció un plan de contingencia para garantizar el suministro de combustibles durante la huelga que se prolongará hasta este jueves.
Pero Fenaltrase y las tres centrales obreras con presencia en el país afirmaron que la convocatoria es irreversible, pese a que dejaron abierta la posibilidad de conversaciones con el gobierno para discutir el ajuste presupuestal que motiva la protesta.
Eduardo Garzón, presidente de la mayoritaria Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dijo a IPS que la iniciativa de crear una comisión de concertación, planteada a Pastrana antes de que asumiera su cargo, sólo fue respondida luego de la convocatoria de la huelga.
Garzón agregó que los trabajadores conocieron el ajuste fiscal planeado por el gobierno y sus consecuencias sobre los ingresos de los trabajadores por la prensa y en espacio de concertación alguno.
El paquete de medidas presentado al parlamento para su aprobación plantea una rebaja de un punto al impuesto al valor agregado (IVA) y la ampliación de la base tributaria a cerca de 300 productos, incluso artículos de la canasta básicam y un incremento de 14 por ciento para los salarios estatales.
Con la propuesta, los salarios de los trabajadores aumentarían cuatro puntos porcentuales menos que la inflación proyectada para 1998.
El proyecto de ley propone bajar el IVA de 16 a 15 por ciento, pero se ampliará su aplicación a productos como jabón, alimentos en conserva, aceite comestible, trasporte aéreo de pasajeros, ropa y electrodomésticos, productos para el aseo personal, cine y servicio telefónico.
Según Garzón, el incremento de 14 por ciento para los salarios estatales en 1999 así como la ampliación de la base tributaria para el IVA constituyen un grave impacto para la canasta básica, que debió discutirse antes con las centrales obreras.
El ministro de Hacienda, Juan Restrepo, dijo que el ajuste tiene la finalidad de enfrentar el déficit fiscal de cerca del cinco por ciento del producto interno bruto.
Se trata de "una mezcla de austeridad en el gasto y mejora en el ingreso" para que el financiamiento sea sano y no inflacionario.
En opinión de Garzón, tal como está planteada, la medida "afecta principalmente a la clase media y a los trabajadores en su conjunto" y no altera nada "la estructura de gastos del gobierno".
Restrepo indicó que la crisis de las finanzas públicas es tan grave que el Estado puede verse en peligro de parálisis para el pago de sus obligacioes en el último trimestre de este año.
El contralor (fiscal de cuentas del Estado), Carlos Ossa, lanzó un balde de agua fría a los trabajadores al sugerir al gobierno congelar el aumento de salarios estatales para 1999 y desarrollar un plan de ajuste adicional al ya anunciado.
Ossa afirmó que el proyecto general de presupuesto, de cerca de 40.000 millones de dólares, no es viable financieramente y causará de una catástrofe económica.
Ossa sugirió "achicar" el Estado, lo que supondría la liquidación y fusión de entidades p]ublicas, con el consiguiente despido masivo de trabajadores.
Fenaltrase, la CUT, la Confederación de Trabajadores de Colombia y la Confederación General de Trabajadores Democráticos pidieron este martes al gobierno "abandonar el neoliberalismo", "una política económica concertada" y "terminar con la penalización de la protesta social y sindical". (FIN/IPS/yf/mj/lb if/98