La no gubernamental Red de Iniciativas por la Paz (Redepaz) de Colombia pidió hoy a las partes involucradas en el conflicto armado un alto al fuego en cuanto comience la anunciada negociación con el gobierno.
La coordinadora de Redepaz, Ana Bernal, dijo a IPS que "el silencio de los fusiles podría ser el comienzo de un proceso pedagógico" que sirva para la construcción de "territorios de paz" que hoy son escenarios de la guerrra.
La propuesta de alto al fuego la formuló la coordinadora de Redepaz, que reúne a cerca de 30 organizaciones no gubernamentales (ONG) que promueven un consenso nacional en favor de la paz, al inicio de la celebración de la Semana por la Paz
La propuesta de cese al fuego "es digna de ser tenida en cuenta, pero en principio representa una contrapropuesta a las iniciativas que ha presentado la guerrilla", comentó el procurador Jaime Bernal, del no gubernamental Consejo Nacional de Paz (CNP).
En su opinión, existe el riesgo de que si un hipotético cese al fuego es violado el proceso de paz fracase, como ya ocurrió en otras ocasiones.
Tanto el gobierno como el guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el que Redepaz y otras ONG firmaron en julio el Acuerdo de la Puerta del Cielo, señalaron que las negociaciones de paz se llevarán a cabo, al menos en su primera etapa, en medio de la guerra.
La Semana por la Paz, se inició este lunes al mediodía con un acto denominado "Algarabía por la paz", en el que miles de colombianos lanzaron en todo el país un grito por la vida, acompañado de sirenas, pitos y megáfonos.
Bernal manifestó que la medida, que se se prolongará hasta el día 13, "es una manifestación de la ciudadanía, comprometida con la paz y la convicencia" para "que el ruido de la paz se escuche más que el de la guerra".
Esta medida continúa al Mandato Ciudadano por la Paz, que fue avalado en octubre pasado por 10 millones de personas, que con su voto condenaron todas las formas de violencia.
En Bogotá, se llevó a cabo un desfile de automóviles por la Carrera Séptima, la principal arteria de la capital que la cruza de norte a sur, y el Consejo Municipal suspendió su sesión con un minuto de silencio.
En las ciudades de Cúcuta y Arauca, capitales de dos de los principales departamentos petroleros de Colombia, se realizaron manifestaciones para pedir a la guerrilla que cese sus ataques a la infraestructura petrolera.
En Bucaramanga, donde se encuentran refugiados cerca de 5.000 campesinos desplazados por amenazas de grupos paramilitares de derecha, se pidió al gobierno solución para su problema. (FIN/IPS/yf/ag/ip/98