El problema de Chile, 25 años después del golpe de Estado de 1973, no es la reconciliación sino la impunidad en que permanecen los crímenes represivos de la dictadura del general Augusto Pinochet, dijo hoy una organización humanitaria.
La psiquiatra Paz Rojas, presidenta del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo, señaló que la reconciliación y la unidad nacional no se podrán materializar si no hay verdad y justicia en materia de violaciones de los derechos humanos.
"No nos pueden hablar de reconciliación cuando el mayor responsable de los crímenes está en el Senado", dijo Rojas, aludiendo a la senaduría vitalicia que Pinochet ocupa desde el 11 de marzo último.
En la víspera del aniversario del golpe del 11 de septiembre de 1973, los diversos sectores del país reflejan, en sus posiciones, las también diversas visiones históricas de ese acontecimiento y sus repercusiones actuales.
El gobierno y la policía de Carabineros prevén que este viernes habrá una vez más disturbios en el centro de Santiago durante la marcha convocada por organizaciones de izquierda y de víctimas de la dictadura que gobernó el país entre 1973 y 1990.
El Partido Comunista y otros grupos de izquierda extraparlamentaria, así como organizaciones humanitarias y agrupaciones de familiares de detenidos-desaparecidos y ejecutados políticos, se proponen intensificar sus manifestaciones de repudio a Pinochet y al golpe.
Estos mismos sectores, que reivindican la figura de Allende, enfrentan una vez más la prohibición de desfilar por un costado del palacio presidencial de La Moneda, donde el mandatario se suicidó en 1973 tras una heroica, desigual e infructuosa lucha con los militares golpistas.
El general Manuel Ugarte, jefe máximo de Carabineros, dijo este jueves que dispone de antecedentes sobre grupos "que podrían actuar para alterar el orden público" y reiteró que la policía hará respetar el veto al desfile por La Moneda.
La conmemoración más violenta del golpe, tras el restablecimiento de la democracia en 1990, tuvo lugar en 1993, para el vigésimo aniversario, cuando dos personas murieron durante la marcha de homenaje a Allende.
En contraste con la posición de la izquierda y los grupos de defensa de los derechos humanos, los sectores "pinochetistas" celebrarán el aniversario, aunque en actos reservados y no públicos como venían haciéndolo hasta ahora.
Los sectores duros de la derecha, que incluyen a ex mandos militares y a dirigentes de la Unión Demócrata Independiente, continúan reivindicando el 11 de septiembre de 1973 como el "Día de la Liberación Nacional".
La Iglesia Católica, en cambio, asumió ya el tema de la reconciliación, sobre la base del Día de la Unidad Nacional, que desde el próximo año se celebrará el primer lunes de septiembre en reemplazo del feriado del día 11.
El arzobispo Francisco Javier Errázuriz celebró este martes una misa por la unidad nacional, en la cual abogó por la reconciliación, aunque cuestionó la impunidad y pidió nuevas iniciativas en el terreno de los derechos humanos.
El presidente Eduardo Frei, que recordará este viernes el golp
