El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, José Miguel Insulza, admitió que incorporación del ex dictador Augusto Pinochet al Senado, donde ocupa una banca vitalicia desde marzo, afecta la imagen internacional de su país.
Insulza dijo a IPS en la capital de Italia, donde realiza una visita oficial, que ese fue el precio que se debió pagar para iniciar la transición hacia la democracia. Se trata de un acuerdo sellado en 1990, cuando concluyó la dictadura, explicó.
Muchos en el extranjero lo habrían entendido si Pinochet hubiera asumido entonces, pero como lo hizo sólo este año, ahora son pocos los que avalan la actitud del actual gobierno de cumplir lo acordado, según el canciller.
Fuera de Chile se valoraba entonces el proceso de transición pacífica, pero diez años después, como es natural, se advierten las dificultades, agregó Insulza.
El canciller chileno firmó en Roma este viernes, cuando se cumplen 25 años del golpe de Estado con que Pinochet derrocó al gobierno democrático de Salvador Allende, el tratado para la creación de la Tribunal Penal Internacional que estará a cargo de casos de genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Insulza calificó la adhesión al tratado en esta fecha de acto que simboliza el respeto de los derechos humanos en su país y la intención de su gobierno de que no se reitere lo ocurrido durante el régimen militar (1973-1990).
La dictadura encabezada por Pinochet abolió las libertades, persiguió a opositores políticos y provocó la desaparición de más de 2.000 personas.
El ministro chileno precisó que el Tribunal Penal Internacional no tendrá competencia en las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura de Pinochet, pues el órgano no tendrá competencia retroactiva.
"Por cierto que queremos que las cosas que pasaron en 1973 no vuelvan a ocurrir, pero (los procesos del Tribunal) se pueden aplicar solo a partir de ahora, lo cual es un principio universal del derecho penal", explicó.
Insulza dijo que el gobierno está empeñado en un proceso de reconciliación nacional, y agregó que un paso fundamental para que ello ocurra es conocer el paradero de los desaparecidos.
"Si no tenemos claro lo que ocurrió y dónde están los desaparecidos, difícilmente habrá reconciliación porque siempre habrá en Chile gente que piense, con razón, que hay asuntos pendientes", agregó.
Insulza sostuvo que este 11 de septiembre existe en Chile más ánimo de reconciliación, "pero se ha entendido que ésta pasa por algunos derechos básicos, como el derecho a conocer el paradero de los desaparecidos".
"De un concepto abstracto de reconciliación se pasó a uno muy concreto, producto, creo, del paso del tiempo. Hay mucha voluntad, pero esa voluntad tienen que manifestarla, sobre todo, los que conocen el paradero de los desaparecidos", dijo.
"Es muy difícil hablar de reconciliación, si uno no sabe donde están algunas de las víctimas de ese período", concluyó.
Este aniversario del golpe de Estado encontró a Insulza fuera de Chile, como ocurrió el 11 de septiembre de 1973. El actual canciller estaba entonces en París, de regreso de una reunión que el Movimiento de Países No Alineados había celebrado en Argelia, a la cual había asistido como funcionario del gobierno chileno.
Insulza, dirigente del Partido Socialista, dijo no sentir nostalgia del pasado, pero también que recuerda el gobierno de Allende, al frente de la coalición izquierdista Unidad Popular, con mucho afecto.
"Allende nos dejó una herencia de valor y de consecuencia que es muy importante, pero ahora no se trata de repetir la experiencia de la Unidad Popular en el 2000", sostuvo.
Insulza declaró en rueda de prensa que la democracia en Chile se encuentra en un buen momento, "aunque muchos chilenos no lo ven así, a pesar que desde que terminó la dictadura la democracia avanzó de manera sustantiva".
El ministro reconoció que sería necesario modificar la Constitución para democratizar por completo la elección de las autoridades y poner término a la incorporación a la legislatura de senadores designados por el presidente a propuesta de las Fuerzas Armadas.
Insulza negó que en Chile exista una democracia tutelada y recordó que no hubo ningún pronunciamiento de las Fuerzas Armadas en los últimos ocho años respecto de ningún asunto importante de gobierno.
El gobierno chileno no reconoce validez legal a los juicios abiertos en Madrid por la desaparición de ciudadanos españoles durante el régimen de Pinochet, recordó.
Insulza fue recibido el jueves por el presidente de Italia, Oscar Luigi Scalfaro, y por el secretario del Partido Democrático de Izquierda, ex comunista, Massimo D'Alema, quien viajará a fines de mes a Chile.
La visita oficial de Insulza concluyó este viernes. (FIN/IPS/jp/mj/ip hd/98