La euforia volvió hoy a las bolsas de Brasil, con fuerte recuperación por tercer día consecutivo, impulsada por la privatización de una empresa generadora de electricidad y noticias alentadoras sobre finanzas internacionales.
La Bolsa de Sao Paulo cerró con alza de 18,67 por ciento, acumulando más de 45 por ciento desde el viernes, pero aún lejos de recuperar las pérdidas sufridas desde julio. Mientras, el mercado de Río de Janeiro subió 15 por ciento.
Las operaciones en la bolsa de Sao Paulo sumaron cerca de 725 millones de dólares, casi 50 por ciento más que el promedio.
La venta de la empresa Centrales Eléctricas del Sur (Gerasul) por el precio mínimo (801 millones de dólares), provocó reacción negativa al principio, pero luego el mercado lo evaluó como un paso importante para recuperar la confianza en la economía brasileña.
Los índices de las bolsas crecieron sostenidamente en la tarde de este martes, después de conocido el resultado de la subasta en Río de Janeiro, por la cual el control de Gerasul pasó al grupo belga Tractbel, que actúa en 18 países, entre ellos Argentina, Chile y Perú.
También contribuyeron declaraciones de un vocero del gobierno estadounidense y del ex ministro de Economía de Brasil Marcilio Marques Moreira, de que están en marcha negociaciones y estudios sobre mecanismos y fondos para sostener las monedas latinoamericanas.
En realidad, la venta de Gerasul representó 2.000 millones de dólares al gobierno, ya que el nuevo dueño asume una deuda de 1.200 millones de dólares, destacó el vicepresidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, José Pio Borges, responsable del programa de privatizaciones.
Además, los 801 millones de dólares ingresarán al país tras un mes de fuerte fuga de capitales extranjeros que pusieron a Brasil al borde del colapso financiero.
Por otra parte, el resultado frustró la expectativa de un sobreprecio de hasta 30 por ciento entre las autoridades y expertos del mercado. Dos consorcios que estaban inscritos en la subasta no presentaron propuestas, permitiendo a Tractbel, sin competidores, adquirir Gerasul por el precio mínimo.
Muchos grupos extranjeros, anteriormente interesados en la empresa, desistieron ante la dificultad de financiación provocada por la actual crisis financiera mundial.
La estadounidense AES y la francesa EDF se mantuvieron en la disputa, y solo dejaron de presentar propuestas de compra por la cuando desistieron socios brasileños y surgieron diferencias que impidieron un acuerdo sobre gestión de la empresa privatizada.
El optimismo reinante se debe a la comprobación del interés extranjero en hacer inversiones de largo plazo en Brasil y a la reanudación del programa de privatización, que incluye a partir de ahora grandes generadoras eléctricas.
Además, el gobierno del estado de Minas Gerais logró privatizar su último banco comercial, el BEMGE, por 494 millones de dólares, 85,6 por ciento más del precio mínimo fijado.
Para este año están programadas otras cuatro subastas de privatización: tres distribuidoras eléctricas, incluida la Bandeirante, de Sao Paulo, y la Red Paulista de ferrocarriles.
El gobierno espera alcanzar una recaudación total de 40.000 millones de dólares este año, entre ingresos y deudas transferidas, según Pio Borges.
La situación parece recobrar cierta tranquilidad en Brasil, tras dos semanas de pánico y fuga incontrolada de capitales. Con la fuerte alza de intereses, de hasta 49,75 por ciento, adoptada la noche del jueves, el Banco Central logró frenar el flujo.
La fuga de capitales, que alcanzaba cerca de 2.000 millones de dólares diarios, bajó a 1.660 millones el viernes y a menos de 900 millones el lunes. Estas eran remesas ya contratadas en días anteriores, explicó el Banco Central, previendo una merma sostenida.
Brasil aún dispone de unos 50.000 millones de dólares de reservas cambiarias.
Las preocupaciones persisten en relación a los fundamentos de la economía brasileña, especialmente el déficit público, que está en un nivel riesgoso, de 7,3 por ciento del producto interno bruto, y tiende a elevarse por las altas tasas de interés.
El actual nivel de los intereses es considerado insostenible más allá de algunos meses y genera expectativas el mecanismo por el cual el gobierno brasileño hará la reducción, además de medidas que adoptará para equilibrar sus cuentas. (FIN/IPS/mo/ag/if/98