La abundancia de información, compartida entre los distintos organismos que actúan en el área, constituye el nuevo instrumento con que Brasil pretende impulsar el desarrollo amazónico, de manera sustentable.
Para esto se implanta el Sistema de Vigilancia de la Amazonia (SIVAM), que generará amplia información y será un catalizador de la integración entre los variados órganos gubernamentales, dijo el coronel Alvaro Pinheiro da Costa, director de operaciones de la Comisión Coordinadora del proyecto.
Nacido bajo polémica, por su origen en la Fuerza Aérea y la decisión de operar con equipos importados de Estados Unidos, el SIVAM tiene objetivos militares y policiales, como es el caso de la defensa territorial, el combate al narcotráfico y el control del tráfico aéreo, admitió el militar.
Pero tiene muchas otras finalidades, como la protección de los vuelos en la región amazónica, aclaró. Numerosos accidentes aéreos evitables fueron uno de los problemas locales que justificaron el proyecto.
El área más beneficiada será la ambiental, por permitir el monitoreo preciso de los incendios forestales, la deforestación, la actividad minera ilegal y la contaminación de los ríos, indicó Pinheiro.
Todo eso dificultará que los madereros y mineros sigan invadiendo impunemente los territorios indígenas, áreas de protección biológica y bosques, al ofrecer información rápida a las autoridades locales y nacionales.
El SIVAM es principalmente una amplia red de recolección y distribución de información, que ayudará a un conocimiento más detallado y preciso de la Amazonia, que representa 60 por ciento del territorio brasileño y la mayor reserva forestal del mundo.
Prevé la implantación de 25 radares de control aéreo apoyados por cinco aviones, 10 radares y 86 estaciones meteorológicas, 14 detectores de rayos, 32 unidades de telecomunicaciones, 300 equipos de radio especiales y 936 conjuntos de computadoras, telefax y antenas para acceso al banco de datos por los usuarios.
Tres aviones de rastreo complementarán los datos ofrecidos por satélites, con mayor precisión, al superar el obstáculo de las nubes frecuentes en la región, que afectan las imágenes satelitales.
Con eso, el SIVAM cuadruplicará la capacidad de producción de imágenes por parte del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, con que se monitorea los problemas ambientales amazónicos.
Esto mejorará en precisión y detalles los mapas cartográficos y contribuirá a la zonificación ecológica para orientar la actividad económica y contribuir a un mejor conocimiento del clima local.
Será importante "mostrar la diversidad del Amazonia", que muchos consideran homogénea, según Fabio Vaz, secretario ejecutivo del Grupo de Trabajo Amazónico, una red de 355 organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales.
Los ambientalistas aún dudan de la efectividad del SIVAM y sus buenas intenciones en favor del desarrollo sustentable. El gobierno ya presentó buenos planes para la Amazonia, con "metas que merecen aplausos" que no se cumplen, dijo Vaz. Pero si la información del SIVAM circula, "la usaremos", admitió.
El proyecto, que concluirá en cinco años a partir de 1997, tendrá un costo de 1.395 millones de dólares, aportados en su mayor parte por el Eximbank de Estados Unidos, que cubrirá la operación del sistema los dos primeros años. Luego se autofinanciará, con el cobro de servicios e información.
El SIVAM será un servicio civil, puntualizó Pinheiro. Luego de implantado por la Aeronáutica, pasa a la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, como instrumento clave del Sistema de Protección de la Amazonia, una coordinación de organismos gubernamentales que actúan en la región.
Lo más importante será conectar esos organismos, hacerlos compartir su información, señaló el militar. La Aeronáutica, por ejemplo, no siempre cooperó con el servicio de meteorología o la agricultura, pese a recoger datos importantes para las dos áreas, y aseguró que esto cambiará.
El SIVAM moviliza esfuerzos tecnológicos en varios sectores. La Empresa Brasileña de Aeronáutica, que ya tiene fuerte presencia en el mercado mundial, fabricará los aviones de vigilancia aérea, con radares, desarrollando así un nuevo producto de alta tecnología.
Ingenieros de un centro de posgrado de la Universidad Federal de Río de Janeiro están acumulando conocimientos sobre singularidades amazónicas para su construcción.
"El ambiente, sorprendentemente, es poco conocido", según Luis Miranda, experto en corrosión que estudia las aguas pluviales de 32 locales para definir la mejor tinta de protección anticorrosiva para las instalaciones del SIVAM. Estos datos servirán las comunidades para cualquier construcción futura.
La Amazonia tiene "el mayor índice de caída de rayos del mundo", hecho que puede dañar muchos equipos, observó Miranda. Esto exige una protección por cables a tierra, a cargo de otro experto.
Miranda dijo que aceptó colaborar con el SIVAM, pese a las resistencias en el medio académico y científico, porque está convencido de su importancia para el desarrollo y de que se trata de un proyecto "bajo control brasileño".
El uso de equipos de fabricación extranjera no enajena la gestión del territorio, lo que importa es el software, argumentó el experto. (FIN/IPS/mo/ag/cr-dv/98
