Miles de personas murieron en los últimos años en las cárceles de Tanzania, víctimas del hacinamiento, las enfermedades y el olvido, admitieron las propias autoridades.
"El hacinamiento es la causa principal de las epidemias de enfermedades contagiosas", admitió Ornel Malisa, jefe nacional de prisiones.
En la capital, Dar es Salaam, se encierra a más de 20 prisioneros en una celda concebida para una persona, informó un funcionario. Tuberculosis, meningitis, cólera, malaria, diarrea y sida son las principales enfermedades que afligen a los encarcelados.
Las autoridades, reticentes a difundir cifras, reconocieron que "miles" de personas murieron en los centros de detención en los últimos años.
Tanzania tiene 170 edificios carcelarios, con una capacidad total para 21.537 personas, pero actualmente hay más de 42.000 presos, muchos de ellos aún sin condena definitiva.
La cantidad creciente de prisioneros está relacionada con el aumento de la delincuencia en Tanzania, que entre 1990 y 1997 pasó de sufrir 290.000 a 507.507 delitos al año. Los más comunes son el hurto, en especial de ganado y autos, y el tráfico de drogas.
El ministro del Interior, Alí Mohamed, dijo que el estado no tiene dinero para construir más prisiones.
Su cartera tiene un proyecto de ampliación de las cárceles que no puede llevar a cabo debido a la insuficienbcia de fondos del gobierno, indicó.
Otras causas del hacinamiento son las largas condenas y las demoras en el empobrecido sistema judicial. Antes de la independencia, en 1961, los condenados por robo a mano armada pasaban menos de 10 años en la cárcel. Hoy, las condenas por ese delito llegan a 30 años de encierro.
"Algunos casos se demoran tanto que los prisioneros cumplen su condena antes que se atiendan sus apelaciones. Esto es una violación de los derechos humanos y una negación de la libertad personal", dijo Evod Manda, un activista defensor de los derechos humanos.
Organizaciones de derechos humanos acusaron a la policía de contribuir con la desgracia de los presos. Un activista que pidió no ser identificado dijo que hay policías corruptos que fabrican casos contra ciudadanos inocentes para obtener sobornos.
"Hay tanzanios inocentes en prisión porque oficiales policiales que querían sobornos fabricaron casos en su contra", aseguró.
Mohamed Sadiki, un mecánico de 21 años dijo que pasó seis meses en prisión falsamente acusado de posesión de drogas.
"Los policías me pusieron la droga en los bolsillos del pantalón y me llevaron ante el tribunal diciendo que yo era adicto. Lo que querían era dinero a cambio de que no me procesaran", afirmó.
Un informe presidencial de 1996 indicó que en la policía y el sistema judicial los sobornos son prácticas comunes.
Algunos observadores dicen que el desempleo y los programa de ajuste del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional introducidos en 1986 contribuyen al aumento de la delincuencia.
Unos 700.000 estudiantes egresan cada año de escuelas y universidades y se suman a la masa de desempleados.
"La solución al problema de la delincuencia es combatir la crisis del desempleo, que amenaza la paz y tranquilidad que tenemos", dijo Issa Kaboko Musoke, del departamento de sociología de la Universidad de Dar es Salaam.
El año pasado, prisioneros en una cárcel de la capital realizaron una huelga de hambre, demandando atención médica, comida y alojamiento decente.
Los presos dijeron que las cárceles, infectadas de mosquitos, piojos y otros tipos de insectos son olvidadas por las autoridades. (FIN/IPS/tra-en/an/di-mj/hd/98