El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) comenzó un programa para repatriar a casi 400.000 ciudadanos de Sierra Leona refugiados en países vecinos de Africa oriental.
"Está en curso, con éxito, un programa para trasladar por vía aérea a Sierra Leona a 6.000 refugiados de los campamentos de Kissidougou y Gueckedou, en Guinea", informó el lunes pasado Eusebe Hounsoleou, titular interino de ACNUR.
Desde que en 1991 se desató una guerra civil en este país de 4,4 millones de habitantes, más de 1,6 millones de personas debieron abandonar sus hogares y unas 400.000 se refugiaron en Gambia, Guinea y Liberia, informó ACNUR.
Un avión especialmente contratado por ACNUR viaja entre Guinea, Liberia y Sierra Leona para trasladar a los refugiados. La semana pasada, ACNUR repatrió a más de 6.000 refugiados en Guinea y miles más están siendo trasladados esta semana desde ese país y Liberia.
"Los refugiados son repatriados según su grado de vulnerabilidad, comenzando por los discapacitados físicos. Luego seguimos con las mujeres, los niños y los ancianos", explicó Linda Thomas, coordinadora de ACNUR en Freetown.
Sólo los campamentos de Guinea albergan a 339.049 refugiados de Sierra Leona, mientras en Liberia el número asciende a 55.000. Los repatriados llegan en primer lugar al aeropuerto internacional de Lungi, en las afueras de Freetown.
A su llegada, los reciben representantes de organizaciones no gubernamentales para proporcionarles tratamiento médico y entregarles alimentos, agua, mantas y esteras.
La mayoría de los repatriados cuentan historias de saqueos, torturas y mutilaciones perpetradas por soldados de la dictadura militar que fuera derrocada en febrero por ECOMOG, la fuerza militar de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental.
"Los soldados degollaron con sus machetes a dos de mis hijas en mi presencia y quemaron mi casa", aseguró Sahr Mondeh, campesino de Kono, un distrito rico en diamantes del este de Sierra Leona.
Mondeh dijo que los soldados rebeldes los atacaron en los campamentos de Guinea. "Atacaron el campamento de Gueckedou y mataron y secuestraron a algunos refugiados", dijo Mondeh.
En julio, los soldados de la dictadura ingresaron a territorio de Guinea y quemaron 90 casas en las aldeas de Balaya y Forecariah, en el distrito fronterizo de Faranah.
Otro repatriado, el ex empleado público Komba Kassegbama, dijo a IPS que los soldados rebeldes quemaron su aldea en la zona de Kono.
"Ni siquiera los niños se salvaron de la orgía de violencia de los rebeldes, que amputaron las extremidades de adultos y niños por igual, sin piedad", denunció.
Los repatriados expresaron su alegría por volver a sus hogares, luego de soportar varios meses de incomodidad en los campamentos para refugiados.
En los campamentos de Gueckedou, por ejemplo, todos los días morían niños por falta de atención médica adecuada. En mayo, las muertes se estimaban en cinco por día y un número sin confirmar de adultos falleció de desnutrición.
"Me vi obligado a cortar leña en el bosque para venderla en el mercado y complementar mis fuentes de alimentos", explicó Aiah Ngekia, refugiado en uno de los campamentos.
Muchas de las refugiadas trabajaron como empleadas domésticas para familias adineradas de Guinea, con el fin de obtener otros ingresos.
Para acelerar el proceso de repatriación, ACNUR solicitó la semana pasada más fondos para los refugiados de Sierra Leona.
"En el marco del llamado que hizo la ONU para Sierra Leona entre marzo y diciembre de 1998, ACNUR pidió 7,2 millones de dólares. Hasta el momento se obtuvieron 3,9 millones, pero se necesitan con urgencia más aportes para acelerar el proceso ", declaró la agencia. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/aq-ml/pr/98