Los militares de Honduras comenzaron a despedirse esta semana de tres decenios de autoritarismo, al aprobarse en primera votación parlamentaria la eliminación del cargo de jefe de las Fuerzas Armadas y la asignación de sus funciones a un Ministerio de Defensa.
Los parlamentarios superaron al fin sus diferencias y aprobaron por unanimidad la reforma constitucional que restablece la supremacía civil sobre los militares, a pesar de la resistencia inicial del Partido Nacional, segunda fuerza del país hoy en la oposición.
Las reformas constitucionales eliminan el "gobierno paralelo" que durante muchos años constituyeron los militares en Honduras.
El presidente Carlos Flores envió el jueves el proyecto de reforma constitucional a la Cámara Legislativa de 128 integrantes, que fue aprobada el viernes de forma unánime, tras intensa presión del gobierno.
De no haberse aprobado las reformas este año, el país habría "perdido la mejor oportunidad para restituir plenamente el poder civil de la nación y la subordinación que los militares están obligados a tener frente a nosotros, los civiles", había dicho Flores antes de la votación.
"Es ahora o nunca", dijo Flores, en desafío al Partido Nacional, que cogobernó con los militares entre la década del 60 y mediados de la del 80, época en que se cometieron numerosas violaciones de derechos humanos.
La Cámara Legislativa deberá ratificar estas reformas en enero, como establece la Constitución, y el gobierno podrá nombrar entonces un ministro de Defensa civil.
Los militares, que se resistían a esta reforma por considerar les restaba poder, terminaron cediendo al ver que no tenían respaldo popular, político ni empresarial. El actual comandante, general Mario Hung Pacheco, dijo el viernes que "lo que sucedió es lo mejor".
"Las Fuerzas Armadas deben aceptar que estos son otros tiempos y que, si no nos adaptamos a las transformaciones mundiales, corremos el riesgo de desaparecer como los dinosaurios", dijo Hung.
"Respetamos la decisión del Congreso y del Poder Ejecutivo, porque si bien puede existir más de alguna fisura dentro del gremio armado, el mando sigue siendo vertical", agregó.
Hung, que desde el principio apoyó la eliminación de su propio cargo, tuvo fuertes divergencias entre sus subalternos, algunos de los cuales le pidieron la renuncia hace tres meses por ceder el poder a los civiles.
El comandante admitió el jueves que existía cierta inconformidad en lo que denominó "niveles intermedios" de las Fuerzas Armadas.
Pero "he sido claro en que las reformas nos convienen y que quien tiene el control de la nave soy yo. Aquí se respeta la verticalidad del mando, y todavía lo ostento y lo entregaré en enero del próximo año cuando el Poder Ejecutivo designe a su ministro de Defensa", agregó.
De acuerdo con la Constitución, para interpelar al comandante de las Fuerzas Armadas se requiere dos tercios de los votos del Congreso, mientras para forzar la renuncia del presidente apenas se exige mayoría simple.
Su función en adelante será distinta y está orientado a vigilar el territorio y la soberanía nacional y atender emergencias cuando lo requiera el Poder Ejecutivo. Además, se le suspenderá la inmunidad.
La experta en asuntos militares Leticia Salomón dijo a IPS que con la aprobación de la reforma Honduras está dando un claro mensaje a la comunidad internacional de que "quiere restablecer plenamente el poder civil".
Por sus rasgos autoritarios, Flores "no desea que le hagan sombra y sabía que los militares, con las funciones que les daba la Constitución, eran una especie de gobierno paralelo que en cualquier momento le podían jugar una mala pasada, y para el bien del país, decidió cortar este mal de raíz", dijo Salomón.
Los militares comenzaron a perder poder en los últimos cuatro años, en la presidencia de Carlos Reina, (1994-1998), durante la que se les quitó importantes cargos públicos y se abolió el servicio militar obligatorio por uno voluntario y educativo.
Todo indica que Hung será el último comandante de las Fuerzas Armadas, lo que incomoda a oficiales que aspiraban a sucederle en el cargo en enero.
"Hemos dado un paso histórico y rendido un tributo a la Patria", dijo este viernes el presidente del Congreso, Rafael Pineda Ponce, convocó con carácter urgente a los legisladores en pleno día feriado para aprobar la reforma. (FIN/IPS/tm/mj/ip hd/98
