Habitantes de Montecristo, en el norte de Colombia, pidieron esta semana ayuda a la Cruz Roja para abandonar el poblado, sitiado por el fuego cruzado del Ejército, paramilitares y guerrilleros.
Un residente en Montecristo que pidió reserva sobre su identidad por temor a ser asesinado dijo a la cadena de radioemisoras Caracol, la principal del país, que hay varias casas afectadas por los tiroteos.
El informante afirmó que no es posible conocer el número de heridos porque "la gente está atemorizada" y no quiere salir de sus viviendas.
"Donde estoy hay, al menos, 50 personas refugiadas. Seguimos sin recibir ningún tipo de alimentos y la situación es cada vez más grave", afirmó.
Montecristo tiene importancia estratégica por su cercanía con la Serranía de San Lucas (sur de Bolívar), zona cuyo control se disputan las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Carlos Castaño, jefe de las AUC, anunció en una entrevista a la revista Semana que pretende desalojar del lugar al ELN "antes de diciembre".
Unos 1.000 campesinos, la tercera parte de los habitantes de Montecristo, iniciaron el éxodo hacia otras localidades del vecino departamento de Sucre a causa de los combates entre los paramilitares y un grupo del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), una fracción del ELN.
Luis Valencia, docente de la privada Universidad de los Andes, explicó que los enfrentamientos directos entre paramilitares y guerrilleros responde a una nueva fase del conflicto en la cual cada grupo trata de ganar posiciones ante la proximidad del inicio del diálogo con el gobierno.
El presidente Andrés Pastrana anunció al asumir el gobierno el 7 de agosto que se propone comenzar a negociar con los grupos armados antes de fin de año.
Valencia pronosticó que los meses que restan serán de fuerte enfrentamiento entre los paramilitares y los guerrilleros. Pese a que tanto el ELN como las AUC declararon su acatamiento de las normas del derecho internacional humanitario, el experto consideró que la población civil seguirá siendo la más afectada.
Pablo Beltrán, portavoz del ELN, sugirió al gobierno la creación de un estado federado "con fuerza pública, educación y normas propias", lo que, según algunos analistas, daría a la guerrilla el control total de cerca del 40 por ciento del territorio sobre el que tienen influencia.
El presidente el gobernante Partido Conservador, Hugo Escobar, sostuvo que la propuesta del ELN "lejos de contribuir a la paz podría instituir la guerra de modo eterno entre los colombianos"
El alcalde de Montecristo, Jesús Barragán, en la clandestinidad hace dos meses tras haber sido declarado "objetivo militar", hizo el sábado un llamado al gobierno y las Fuerzas Armadas para que se hagan presentes y eviten una nueva masacre de campesinos.
Unas 400 personas que permanecen en el área urbana padecen hambre porque los paramilitares controlan la vía fluvial que es la única de acceso a la localidad para el aprovisionamiento de alimentos, según Barragán.
El comandante del Ejército, general Fernando Tapias, negó el lunes que se estén produciendo bombardeos en el casco urbano de Montecristo, a pesar de las denuncias planteadas por pobladores en ese sentido.
Tapias indicó que las tropas avanzan hacia la localidad en medio de un operativo apoyado por la Fuerza Aérea, pero advirtió que el acceso es difícil porque la zona se encuentra totalmente minada.
Organizaciones no gubernamentales de derechos humanos estiman que del sur del departamento de Bolívar fueron desplazadas en lo que va del año cerca de 5.000 personas, la mayoría de las cuales se instalaron en la ciudad de Barrancabermeja, en el nordeste colombiano.
El ELN afirma que mantiene prisionero al senador del opositor Partido Liberal Carlos Espinosa, dirigente político del departamento de Bolívar, para presionar al gobierno en torno a una solución para los desplazados. (FIN/IPS/yf/mj/hd ip/98