La justicia de Canadá investiga si la Policía Real Montada de este país actuó ilegalmente al dispersar a manifestantes contra el gobierno de Indonesia, durante una conferencia de APEC en Vancouver el año pasado, como denunciaron activistas.
El comienzo de la investigación el lunes pasado podría conducir a un escándalo que involucra a autoridades del más alto nivel del gobierno de Canadá, según fuentes políticas.
Los documentos, filtrados por la Policía Real, revelaron que asesores del primer ministro, Jean Chretien, ordenaron a la policía atacar a manifestantes para impedir molestias al ex presidente de Indonesia, Alí Suharto.
Los documentos revelaron que el gobierno de Canadá permitió a Suharto llevar cuatro guardaespaldas armados a la cumbre del Foro de Cooperación de Asia Pacífico (APEC), realizada en noviembre.
Además, indicaron que autoridades de seguridad indonesias quisieron saber qué ocurriría si los guardaespaldas de Suharto disparaban contra los manifestantes.
La policía real respondió que disparar contra manifestantes en la cumbre de APEC "no sería tolerado" y advirtió que "mantuvieran sus armas fuera de la vista". Autoridades canadienses prometieron que ninguno de los manifestantes se acercaría a Suharto.
La policía utilizó gas lacrimógeno contra docenas de manifestantes y detuvo a manifestantes pacíficos en el campus de la Universidad de British Columbia. Unidades de la Policía Real retiraron carteles que podían verse desde el sitio de la cumbre y desplazaron a las personas que protestaban.
El estudiante de leyes Craig Jones, quien portaba un cartel con la leyenda "Libertad de expresión" fue uno de los detenidos, y ahora enjuicia al gobierno de Canadá por violar sus derechos.
La acción policial fue uno de los peores actos de violencia callejera en los últimos 30 años en la normalmente pacífica Canadá.
La Comisión de Quejas Públicas de la Policía Real abrió la audiencia el lunes para reunir evidencia sobre 49 quejas de personas alcanzadas por el gas lacrimógeno o detenidas.
La cumbre de APEC fue un suceso importante para el gobierno de Chretien, que presionó por una agenda de libre comercio desde su elección en 1993.
Durante la cumbre, el gobierno realizó exhibiciones comerciales y condujo debates sobre diversos temas de comercio e inversión.
Algunos críticos del gobierno demandaron una investigación judicial completa sobre las acciones de la policía y la oficina del primer ministro.
Partidos opositores intentan hacer de la violencia en la cumbre de APEC un tema político cuando el parlamento canadiense reanude sus sesiones el 21 de septiembre, opinaron analistas políticos.
Los documentos revelaron que el ministro de Relaciones Exteriores, Lloyd Axworthy, se disculpó por los "indeseados" carteles con una foto de Suharto que aparecieron en edificios y columnas en ciudades canadienses durante la conferencia.
Axworthy dijo al entonces primer ministro indonesio Ali Alatas que la campaña era "indignante y excesiva".
Alatas respondió que si "la agitación de estos grupos no puede ser controlada y la dignidad del presidente mancillada, el presidente preferirá no ir a Canadá". Los indonesios pidieron que los medios canadienses fueran censurados, pero la Policía Real les contestó que esto era imposible.
El propio Chretien escribió a Suharto el 3 de octubre diciéndole que "di órdenes para que se hagan todos los esfuerzos para que se tomen medidas de seguridad para su estadía en Canadá como nuestro invitado".
Al finalizar la conferencia, el jefe de protocolo de Indonesia, Dadang Sukandar, escribió a la embajada de Canadá en Yakarta: "Mi presidente quedó muy complacido. Canadá prometió seguridad y comodidad y ustedes cumplieron su palabra por completo".
A pesar de la amplia publicidad de los documentos de la Policía Real, el gobierno se negó garantizar fondos a los querellantes para cubrir los costos legales de la investigación, que durará varias semanas. (FIN/IPS/tra-en/mb/mk/ip hd/98