Human Rights Watch (HRW), una de las principales organizaciones no gubernamentales de derechos humanos del mundo, criticó al gobierno y al Congreso legislativo de Estados Unidos por negarse a impulsar y aun a ratificar normas internacionales en la materia.
En una reunión patrocinada por las Naciones Unidas de 600 organizaciones no gubernamentales en torno a la implementación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, HRW criticó a Washington por su omisión en la ratificación de convenios, entre ellos el que defiende los derechos humanos de niños y niñas.
"Estados Unidos es, junto con Somalia, uno de los países que no ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño. Incluso el Vaticano, donde no hay niños, la ratificó", dijo a IPS Joanna Weschler, representante de HRW, organización radicada en Nueva York.
Weschler recordó que Estados Unidos se opuso también a la convención contra minas antipersonales y obstaculizó el establecimiento del Tribunal Penal Internacional para el juzgamiento de actos de genocidio y crímenes de guerra, cuya creación se acordó en julio en Roma.
También censuró al Congreso estadounidense, dominado por la derecha republicana, y en particular al presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Jesse Helms, por la rígida posición del país contra convenciones de derechos humanos de ratificación pendientes.
Weschler también recordó que el Congreso y el Departamento (ministerio) de Defensa (Pentágono) se oponen con energía a un protocolo opcional de la Convención de los Derechos del Niño que impida el reclutamiento de niños en ejércitos y miliciassoldados.
Weschler dijo que HRW cuestiona hace tiempo en sus informes anuales a Estados Unidos, "pero nada parece cambiar", y acusó a los países occidentales de restarle importancia a los derechos humanos, en su afán de globalizar y crear mercados libres.
"Los estados que reducen la protección de los derechos humanos en nombre del desarrollo económico presentan una nueva amenaza a estos derechos", observó.
La conferencia de tres días que concluyó el miércoles pasado, auspiciada por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas, tuvo el cometido de analizar la implementación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo cincuentenario se conmemora este año.
Weschler dijo también que los responsables de la crisis económica en Asia son "gobiernos corruptos e irresponsables", que no brindan protección a las libertades esenciales en sus países.
Elizabeth Evatt, de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, explicó que hay seis convenciones internacionales de defensa de los derechos humanos, pero no todas fueron ratificadas por los 185 países miembros de la ONU.
Esos documentos "no atienden adecuadamente los derechos de las mujeres, que deben integrarse al sistema más amplio de la protección de los derechos humanos", agregó.
Se trata de las convenciones contra la discriminación de las mujeres, la racial, la tortura y otros castigos degradantes, sobre la condición de los refugiados, la protección de los trabajadores migrantes y la prevención y castigo del genocidio.
Gerald Le Melle, de Amnistía Internacional, observó que los activistas se concentraron en la defensa de los derechos civiles y políticos, pero se debe prestar más atención a los derechos económicos, sociales y culturales.
Los derechos económicos no recibieron la atención adecuada de la Organización de las Naciones Unidas y otros organismos, como la propia Amnistía Internacional, por lo que el respeto de esos derechos son difíciles de cuantificar y supervisar, explicó.
Le Melle dijo que Amnistía Internacional se propone brindar un contexto económico y social más amplio en sus informes sobre derechos humanos.
Afirmó que se debe examinar detenidamente la acción de instituciones financieras y empresas internacionales, así como la de "países que violaron los derechos humanos en nombre del desarrollo económico".
El portavoz de Amnistía observó que la democracia no es un prerequisito para el respeto a los derechos humanos, pues hay muchos gobiernos electos en regímenes democráticos que violan tales derechos.
Pero por otro lado, indicó, muchos países que no están listos para la democracia tienen una sólida base de respeto a los derechos humanos.
Shashi Tharoor, director de Comunicaciones de la Oficina Ejecutiva del secretario general de Naciones Unidas, dijo que los derechos humanos no fueron desarrollados solo por Occidente.
Una gran cantidad de naciones de Oriente y del Sur en desarrollo promovieron y ratificaron muchas de las convenciones de Naciones Unidas en la materia, aseguró.
Cuestionó, además, el argumento de la "cultura" al que a menudo se apela como defensa contra los derechos humanos.
La cultura evoluciona constantemente, y la "tradición cultural" no es algo que necesariamente sea positivo y no deba ser cambiado, señaló.
"La esclavitud fue parte de la cultura del mundo durante muchos años, hasta que se abolió", ejemplificó Tharoor.
Kensaku Hogen, subsecretario general de Comunicaciones e Información Pública de la ONU, dijo que aunque la Declaración Universal no tuvo el caracter obligatorio de un tratado, sirvió de base a más de 60 convenios y declaraciones sobre los derechos de las mujeres, niños, refugiados y trabajadores migrantes.
"Los derechos humanos son uno de los pilares de la ONU, y la Declaración fue uno de los primeros instrumentos de derechos humanos que proclamó Naciones Unidas y uno de sus grandes logros", agregó. (FIN/IPS/tra-en/td/di-mj/hd/98