El Programa Mundial de Alimentos (PMA) destinó 20,5 millones de dólares para ayuda de emergencia a los territorios de Cuba más afectados por una sequía que lleva siete meses.
La radio estatal cubana afirmó el miércoles pasado que la operación beneficiará a 615.000 habitantes de las provincias de Granma, Las Tunas, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo, todas situadas al oriente de la isla.
El PMA entregará paquetes alimentarios durante nueve meses a esas personas, anunció Francisco Roque, director regional del PMA, durante la apertura de una oficina de esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Managua.
Fuentes cubanas aseguran que la ayuda abarcará 34.000 toneladas de víveres.
Roque aseguró en la capital de Nicaragua que la ayuda fue aprobada tras un estudio de representantes de varias entidades de la ONU, realizado en julio, y consistirá en la entrega de paquetes alimentarios durante nueve meses.
En la investigación participaron delegados del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentacion y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el PMA.
Roque reveló que el recorrido por los 20 municipios más afectados se efectuó a solicitud del gobierno de Fidel Castro por intermedio del Ministerio de Inversión Extranjera y Cooperación Económica.
Expertos del Instituto Nacional de Meteorología aseguran que de enero a julio el registro de lluvias en las zonas orientales apenas alcanzó los 200 milímetros, 42 por ciento de la media histórica anual de 422 milímetros.
La sequía aparece asociada al fenómeno metereológico de El Niño en el período 1997-1998, el más intenso de los registrados en el último siglo.
La ayuda llega en los momentos en que empiezan a reestablecerse las precipitaciones.
El Ministerio de Salud Pública cubano aseguró el 26 de agosto que había tomado todas las medidas para evitar que la sequía afecte la salud de los habitantes de las zonas afectadas.
Hasta el momento, el gobierno destinó 50,5 millones de dólares para contrarrestar el efecto de la sequía, según fuentes oficiales.
Se estima que los serios daños a la agricultura traerán consigo un déficit en el suministro de tubérculos y verduras a la población de la isla en el último cuatrimestre del año, ya deprimido por la crisis económica de los últimos 8 años.
Las autoridades anunciaron que deberán importar unas 76.000 toneladas de arroz y leche como consecuencia del descenso considerable en la producción nacional de esos alimentos.
Las fuentes de agua que se secaron son 746, 300.000 cabezas de ganado reciben el líquido a través de camiones cisterna y no pocos rebaños se trasladan a sitios con mayores posibilidades de pastoreo.
El Ministerio de la Agricultura tuvo que priorizar para la ganadería recursos de la reserva estatal, entre ellos miles de toneladas de urea y miel para consumo animal, y 140.000 dólares para piezas de motores de bombeo y medicamentos.
El Instituto Nacional de Recursos Hidraúlicos (INRH) informó que las lluvias de la última semana de agosto aportaron 106 millones de metros cúbicos de agua a los principales embalses.
La mayor represa de la isla, situada a unos 380 kilómetros de La Habana, enfrenta una situación crítica al tener cubierta solo 21 por ciento de su capacidad de 1.020 millones de metros cúbicos de agua.
El INRH informó que en la actualidad hay almacenados en los 224 grandes embalses existentes en Cuba un total de 3.967 millones de metros cúbicos de agua, 44 por ciento de la capacidad nacional.
Los expertos afirman que agosto ha sido el mes más favorable de este año en cuanto a precipitaciones y pronostican que para este mes, octubre y noviembre podría incrementarse la frecuencia de lluvias. (FIN/IPS/da/mj/en dv/98