/BOLETIN-AMBIENTE/ CHAD-CAMERUN: Un oleoducto en la encrucijada

La construcción de un oleoducto entre Chad y Camerún, considerado clave para estimular las decaídas economías de estos países africanos, está paralizada ante la falta de información sobre los costos sociales y ambientales del proyecto.

El Banco Mundial, entidad que financiará 10 por ciento del proyecto, solicitó al consorcio constructor el desvío de la tubería para esquivar áreas ecológicamente delicadas, reveló un informe del Fondo de Defensa Ambiental de Estados Unidos.

Pero el consorcio integrado por Esso Petroleum, Shell y Elf rechazó los cambios sugeridos por la institución financiera, argumentando que elevarían los costos en 50 millones de dólares y retrasarían la terminación del oleoducto.

Un representante de la oficina del Banco Mundial en Yaoundé, George Minang, explicó que un equipo de la institución analiza el proyecto en Washington pero tiene dificultades para concluir su trabajo, pues la guerra en el sur de Chad impide recolectar información sobre reubicación de aldeas en esa región.

"No es un buen síntoma. Si los problemas de seguridad impiden obtener la información requerida, lo más seguro es que el proyecto no esté listo para empezar su desarrollo", comentó.

Entre tanto, un grupo de organizaciones no gubernamentales de Camerún se reunieron en esta capital a fines de agosto para analizar el proyecto y concluyeron con una crítica a la Compañía de Transporte Petrolero de este país (COTCO) por no consultar ni informar a las comunidades afectadas por la tubería.

"El proceso de fiscalización pública fue iniciado cuando los documentos ambientales ya habían sido negociados con los gobiernos… El único propósito de esta rutina era hacer que la gente aceptara algo que ya estaba hecho", dijo Minang.

El Banco Mundial manifestó su preocupación por la carencia de un plan de desarrollo destinado a los agricultores pigmeos y bantúes, quienes serán desalojados de sus tierras ancestrales cuando funcione el oleoducto.

El organismo multilateral también considera que el proyecto interferirá con las rutas migratorias y las zonas de pastoreo de nómades de Chad y Camerún.

Por otra parte, sugirió el desvío con el fin de que la tubería esquive áreas de importancia ecológica como el valle del Mbere y la selva Deng Deng.

Grupos ambientalistas han criticado los planes de compensación considerados en el proyecto. "Son ridículos", aseguró el presidente de la organización Defensa del Ambiente Camerunés, Jean Nke Ndih.

"Estas personas que esperan ganar miles de millones sólo le entregan migajas a los campesinos, para compensar la pérdida de cosechas y plantas que son su única fuente de subsistencia de ellos y de sus futuras generaciones", comentó a IPS Nke Ndih.

COTCO ofrece menos de 10 centavos de dólar en compensación por cada metro cuadrado de plantación de cereales o legumbres, mientras un árbol de bananas obtiene 60 centavos si es joven y un dólar si está en plena producción, y los de mangos o peras consiguen entre dos y seis dólares.

El proyecto fue denunciado por 70 organizaciones de Estados Unidos, Francia, Suiza, Alemania y Camerún, que le pidieron al Banco Mundial no entregar los recursos comprometidos.

El costo del proyecto es de unos 3.300 millones de dólares, 24 veces superior al presupuesto anual del Ministerio de Educación de Camerún y 62 veces al de salud.

El oleoducto tiene una longitud de 1.050 kilómetros y cuenta con la participación de Esso y Shell con 40 por ciento cada una, mientras Elf tiene el 20 por ciento restante. Estas empresas coordinan el proyecto junto con los gobiernos de ambos países.

La construcción del oleoducto debería finalizar dentro de tres años y medio.

El representante de COTCO, Mel Benson, dijo que la directiva de esa empresa analizará los reclamos generados por el proyecto, pero dudó que pueda haber cambios en el plan original.

Entre tanto, el ministro de Bosques y Ambiente de Camerún, Sylvestre Noah Ondoua, pidió a los ambientalistas, al Banco Mundial y a las petroleras que traten de llegar a un consenso en torno al proyecto.

"El oleoducto acarreará beneficios económicos para Camerún, pero también es cierto que debemos evitar un impacto negativo para el ambiente y para las personas que viven en la zona", dijo el ministro. (FIN/IPS/tra-en/tm/mn/lc-ml/dv-en/98

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