Azerbaiján, con el fin de llevar adelante el proyecto conocido como Corredor de Transporte Europa-Cáucaso-Asia (TRACECA).
La meta es unir el centro de Asia, sin salida al mar, y la región del Cáucaso con los puertos de Rumania y Ucrania, brindando a estas regiones acceso más rápido y barato a los mercados internacionales y aumentando su independencia política y económica.
Bajo los ornamentados techos del palacio de Gulustán, en Bakú, los jefes de Estado finalizan los textos de cuatro acuerdos a ser adoptados el martes, al cierre de la conferencia, informó Rustam Mammadov, del centro de prensa del encuentro.
El cuarteto de acuerdos incluye un amplio tratado sobre transporte internacional, dos tratados sobre el uso de carreteras internacionales y transporte por vías férreas, y un pacto sobre procedimientos aduaneros.
Además de Azerbaiján -el país anfitrión-, cinco países de Asia central y Turquía, participan los 15 de la Unión Europea, Noruega, Polonia, Japón, China, Corea del Sur, Bulgaria, Rumania, Moldavia, Ucrania, Mongolia, Georgia, Armenia, Estados Unidos, las Naciones Unidas y otras agencias internacionales.
El presidente azerí, Haidar Aliyev, subrayó el creciente significado del Cáucaso y Asia central como corredor de transporte este-oeste y fuente de vastas reservas de petróleo y gas natural.
"El fortalecimiento de las relaciones y la profundización de la cooperación tendrán dividendos políticos", dijo Aliyev este lunes en Bakú. "El objetivo principal es asegurar la paz, la estabilidad y la comprensión mutua entre los estados", agregó.
En una demostración del atractivo comercial del proyecto, también participa Armenia, aunque permanece en guerra con Azerbaiján por haber ocupado el enclave azerí de Nagorno-Karabaj. Unas 35.000 personas murieron en los combates, y el cese del fuego de 1994 no condujo a un acuerdo duradero.
Cuatro millones de toneladas de carga, que incluyeron petróleo de Kazajstán y algodón de Uzbekistán, pasaron por esta ruta el año pasado, multiplicando por cuatro los envíos de 1996. Para este año se espera un aumento aún mayor.
TRACECA se propuso por primera vez en mayo de 1993 en una conferencia de la UE, como forma de aplicar el acuerdo para construir una carretera y una vía de transporte que atravesara la región del Caspio, firmado entre Azerbaiján, Georgia, Turkmenistán y Uzbekistán.
La conferencia de Bruselas contó con la asistencia de los ministros de Transporte y Comercio de ocho países, tres del Cáucaso (Armenia, Azerbaiján y Georgia) y cinco de Asia central (Kazajstán, Kirgizstán, Tajikistán, Turkmenistán y Uzbekistán).
El encuentro hizo hincapié en la cooperación regional, ausente en el pasado, y en que los estados deben limitar su dependencia de Rusia para acceder a rutas comerciales del mundo exterior. Eso significó la apertura de nuevas vías que evitan el viejo sistema soviético.
Turkmenistán ya había enlazado su vieja red ferroviaria soviética con la de Irán, que cuenta con una extensa costa en el Golfo y el mar de Arabia.
El encuentro de 1993 propuso reflotar la antigua Ruta de la Seda, de 6.400 kilómetros, que conectaba a la Europa del imperio romano con China.
La única diferencia es que la nueva Ruta de la Seda se adaptará a las redes existentes coordinadas por la Conferencia Paneuropea de Transporte, integrada por 16 países. En posteriores encuentros anuales, Ucrania, Moldavia y Mongolia fueron admitidos a TRACECA.
El proyecto TRACECA se está realizando a nivel local, nacional y regional. La UE, junto con el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y el Banco Mundial, financia proyectos individuales para mejorar el comercio y el transporte.
Entre esos proyectos se encuentran las obras para mejorar el puerto marítimo de Bakú, carreteras en Turkmenistán y la modernización de la red vial de Armenia.
La UE también coopera con otro organismo regional, el Consejo de Cooperación del Mar Negro, formado en 1992 por Azerbaiján y los seis países que rodean el mar Negro.
El bloque europeo también financia un plan para conectar por barco el puerto ucraniano de Ilyichevak, en el mar Negro, con el puerto georgiano de Poti, el año próximo.
Esta iniciativa se entronca con el plan general de crear un Corredor de Transporte que vincule a Asia central a través del mar Caspio con los estados del Cáucaso, y luego por el mar Negro hasta los puertos de Ucrania y Rumania.
La meta final consiste en construir una red integrada de carreteras, vías férreas, puertos marítimos y servicios de transporte por barco.
"El proyecto de TRACECA es muy importante. Hace cinco años que estamos trabajando en él y ya rinde beneficios económicos y políticos", declaró este lunes el presidente Aliyev. (FIN/IPS/tra- en/dh/ai/rj/lp-aq-ml/if/98