Argentina tiene desde hoy una nueva ley tributaria que no alcanzará a frenar una evasión estimada en 28.000 millones de dólares al año, pues incluso 91 empresas del porte de Coca Cola, IBM, Siemens o la privatizada petrolera YPF incurren en ella.
La reforma impositiva, un requerimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) para extender el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a sectores exceptuados, fue aprobada la madrugada de este jueves por la Cámara Baja.
En la misma sesión, el diputado oficialista Oscar Lamberto lanzó su denuncia sobre las 91 grandes empresas evasoras.
El FMI considera que en la medida en que el Estado aumente la recaudación potencial cobrará más impuestos y logrará neutralizar el déficit fiscal. Pero los economistas y tributaristas coinciden en que el problema no radica en los exceptuados sino en los evasores.
"El débil sistema tributario argentino permite a las multinacionales declarar pérdidas y evitar el pago del impuesto a las ganancias", reveló Lamberto.
Para mostrar pérdidas, las empresas compran caro en este país y venden barato en otro. Toman créditos y se muestran sin ganancias.
En Argentina, la evasión del IVA (impuesto al consumo de 21 por ciento) ronda los 18.000 millones de dólares, 40 por ciento de lo que deberia recaudar en total, un hecho que no variará por la nueva extensión del tributo a la medicina privada, la televisión por cable, la publicidad o las aeronaves.
La oposición no logró imponer su propuesta de rebajar el IVA a los productos de consumo masivo, sobre todo los alimentos, de manera de dar un sesgo más progresivo a la reforma impositiva.
La evasión por el impuesto a las ganancias se estima en 8.000 millones de dólares. Ese es el impuesto que las empresas señaladas por Lamberto, la mayoria transnacionales, evitan pagar a través de operaciones con sus casas matrices. Wolkswagen, Nabisco, y Laboratorios Bagó figuran en la nómina.
Por último, el impuesto a los bienes personales solo recauda unos 670 millones de dólares sobre un potencial mucho mayor. En este caso, el Estado debería hacerse de alrededor de 2.000 millones de dólares más, pero no alcanza a reunir ni siquiera la mitad.
El total de evasión es alto si se estima que el producto interno bruto ronda los 345.000 millones de dólares y proyecta alcanzar los 400.000 millones en el 2000.
Los diputados también aprobaron este jueves la creación de un fondo de 750 millones de dólares a partir de un nuevo impuesto para el financiamiento de la educación pública, mientras maestros y profesores mantienen hace 17 meses medidas de fuerza en reclamo de mayor presupuesto y mejores salarios.
El tributo de 1,5 por ciento a la venta de automóviles de más de 4.000 dólares, aeronaves, embarcaciones y motocicletas de alta cilindrada permitirán recaudar el total, según los educadores.
En caso de no conseguir el monto, el Estado garantizará el aumento con fondos propios, según la ley de creación del fondo, pero el Ministerio de Economía anticipó que el Poder Ejecutivo vetará esa cláusula.
El gobierno ya adelantó que no podrá garantizar la recaudación del total esperado, un hecho que fue duramente criticado por los maestros, que amenazan con redoblar las medidas de fuerza.
Un experto tributarista, Luis María Peña, sostuvo hace pocos días que empresas nacionales y multinacionales son los grandes evasores aunque deberían ser grandes contribuyentes.
"Ochenta y cinco por ciento de los contribuyentes que pagan aporta 15 por ciento de la recaudación, pero el restante 15 por ciento evade 85 por ciento de lo que debería recaudarse", afirmó Peña.
El diputado Lamberto admitió, por su parte, que los pequeños contribuyentes son los que sostienen el sistema tributario. (FIN/mv)