Ochenta y cinco por ciento de los habitantes de Argentina se abstienen de tomar créditos hace seis meses y 75 por ciento aseguran no poder ahorrar por la zozobra de la crisis financiera mundial, según una encuesta difundida hoy.
El principal temor frente a la crisis es a perder el empleo y sufrir una consecuente merma en los ingresos familiares, agrega el estudio del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) publicado este lunes por el diario Clarín.
La investigación detalla el impacto de la crisis financiera en el bolsillo de los argentinos. Hasta ahora se conocían datos parciales de la caída del consumo de inmuebles, bienes durables y alimentos, pero ahora se sumó nueva información.
De acuerdo con el CEOP, 85 por ciento de los encuestados evitó tomar un préstamo en el último semestre y 90 por ciento anticipó que no lo hará en el futuro.
Según la encuesta, 38,5 por ciento cree que es mejor no endeudarse por temor a no poder pagar. En Argentina hay 13,2 por ciento de desempleo, y estimaciones privadas calculan que esta tasa subió en los últimos dos meses.
Del total de argentinos que depende de un salario, menos de 10 por ciento tiene ingresos superiores a 2.100 dólares mensuales y casi 40 por ciento gana menos de 500 dólares al mes, según la encuesta mensual del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
La encuesta CEOP abarcó sectores de ingresos bajos, medios y altos en la capital, la provincia de Buenos Aires y 16 ciudades del interior del país.
Un 74,7 por ciento de los entrevistados admitió no tener expectativas de ahorrar, y 51 por ciento aseguró que tiene decidido no salir de vacaciones en la temporada estival (enero y febrero de 1999).
Interrogados sobre las causas del escepticismo a la hora de decidir gastos, 70 por ciento respondió que su principal temor ante la crisis es perder el empleo. Cuarenta por ciento de los entrevistados temen una devaluación del peso, la moneda argentina, y 32 por ciento, un aumento de impuestos.
Del mismo modo, un estudio de la Universidad Di Tella indicó que 80 por ciento de los consultados decidió postergar decisiones de compra de inmuebles y de automóviles, mientras 70 por ciento se abstiene de adquirir un electrdoméstico.
Entre agosto y setiembre, los potenciales compradores de electrodomésticos pasaron de 40 a 26 por ciento.
Desde que se desató la crisis financiera en el sudeste de Asia hace 14 meses, y con la devaluación del rublo en Rusia hace dos, los productores agrícolas advirtieron que la próxima cosecha será menor a la de este año, y que el sector perdería unos 1.400 millones de dólares en ventas externas de granos.
Las razones de la caída responden principalmente a la baja de precios internacionales de los granos, por la baja en el consumo de los países de Asia.
Del mismo modo, las ventas a Brasil de la industria automovilística, una de las principales de exportación, cayó 20 por ciento, un hecho que ya está afectando el equilibrio de la balanza comercial entre ambos países del Mercosur. Las fábricas argentinas suspendieron a alrededor de 10.000 trabajadores.
El desempeño del comercio pone en duda los pronósticos de crecimiento para el próximo año. El gobierno cree que la actividad se recuperará en 1999 y habrá un crecimiento de cinco por ciento, pero los analistas oscilan entre previsiones de cero a cuatro por ciento de crecimiento del producto interno bruto.
De acuerdo con los analistas, Argentina vive la crisis financiera internacional con un impacto que es menor al de Brasil, que tiene menos reservas internacionales y una enorme deuda externa de corto plazo.
Tampoco los vaivenes de la economía mundial afectaron a este país exportador de productos básicos tanto como a Venezuela, que vende petróleo, y Chile, que vende cobre.
No obstante, por el momento, los consumidores manifiestan cautela y prefieren abstenerse de tomar decisiones que los comprometan con una deuda por la que temen no poder responder, no tanto por una devaluación o un aumento brusco de las tasas de interés, sino por el miedo a perder repentinamente el empleo. (FIN/IPS/mv/mj/if/98
