La XII Cumbre del Grupo de Río celebrada hoy en Panamá demandó al Norte industrial "evitar la recesión mundial a cualquir precio", y que las naciones donde se originó la crisis mundial adopten medidas para corregir desequilibrios.
El presidente de México, Ernesto Zedillo, quien actuó junto a su par panameño Ernesto Pérez Balladares de portavoz de la cumbre, afirmó que por primera vez en 12 años de vigencia del Grupo de Río se dedicó toda una reunión a discutir en forma abierta una crisis financiera.
Los 10 presidentes que asistieron a la cumbre aprobaron una declaración especial donde advierten que los acontecimientos que han perturbado los mercados financieros internacionales tienen causas "ajenas a la región latinoamericana".
"Resulta indispensable que los países del G-7 (Grupo de los Siete) tomen de inmediato las medidas necesarias para restaurar la estabilidad en los mercados financieros y garantizar el crecimiento económico mundial", declaró el Grupo de Río.
También exhortó a los organismos financieros internacionales a que "se involucren de manera más rápida y efectiva en la solución de la crisis financiera internacional".
Tras explicar que los orígenes de la crisis son ajenos a América Latina, pero hay graves repercusiones sobre todos los mercados financieros de esta región, Zedillo pidió que "cada quien juegue su parte y cumpla con sus obligaciones".
"Los países de América Latina cumplimos con la tarea de ajustar nuestras economías (en el marco del proceso de globalización) y no es justo que ahora suframos las consecuencias por la no corrección de los desajustes en otras latitudes", dijo Zedillo.
Explicó que América Latina está en mejores condiciones que otras regiones para enfrentar la crisis, pero algunos problemas coyunturales, como la caida de precios del petróleo, aumentan el riesgo de recesión en la región.
El presidente mexicano afirmó que, aunque "los costos de la crisis ya son evidentes" en América Latina, los países del Grupo de Río "confían en que cada cual hará su parte" para evitar una recesión.
La caída de los mercados bursátiles de otras partes del mundo "ha afectado los nuestros, y no es posible que el valor de mercado de nuestras empresas se esté desplomando de esta manera", dijo Zedillo, para reclamar acciones urgentes ante la crisis mundial.
Pérez Balladares afirmó por su parte que "los ajustes que se han hecho en las economías de la región nos dan cierta ventaja con respecto a otras regiones, pero llamamos la atención para que haya una solución a este problema, que puede tener graves repercusiones sobre todas las naciones del mundo".
Además de la declaración especial respecto de la crisis financiera mundial, la XII Cumbre expidió la "Declaración de Panamá", en la que se refrendaron los principios y valores comunes orientados a rebustecer y defender la paz, la democracia representativa y un proyecto conjunto de desarrollo económico y social.
"Reiteramos que la preservación de los valores democráticos en la región constituyen un mecanismo esencial de concertación y consulta política", indicó la declaración.
El fomento de la confianza y la seguridad en el hemisferio, la cooperación y el fortalecimiento de instituciones e instrumentos del sistema interamericano, y "avanzar gradualmente hacia una efectiva limitación de armamentos convencionales en la región", también figuran en la declaración.
Pérez Balladares informó que el Grupo de Río tiene previsto convocar a una conferencia de seguridad hemisférica para el decenio próximo.
Defensa de los derechos humanos, lucha contra la pobreza, el desarrollo sustentable, el apoyo a los procesos de integración, el diseño de acciones comunes contra el narcotráfico y la condena del terrorismo, también son aspectos sobresalientes de la Declaración de Panamá, de 59 puntos.
Un capítulo especial fue destinado a la cumbre que mantendrá el Grupo de Río con la Unión Europea (UE) en abril de 1999, en Río de Janeiro, donde, según Pérez Balladares, se espera constituir "una asociación de mutuo beneficio" entre las dos regiones.
En el ámbito político, la reunión entre el Grupo de Río y la UE "brinda la oportunidad de elevar el nivel del diálogo e intercambiar puntos de vista sobre el perfeccionamiento de la democracia y el pluralismo, la promoción de los derechos humanos y el impulso del desarrollo sostenible", se agregó en la declaración.
El Grupo de Río también se propone impulsar "un diálogo abierto y franco" con los gobernantes europeos sobre las relaciones económicas y comerciales entre ambas regiones, cuyo intercambio es desfavorable a América Latina y el Caribe.
El propósito de ese diálogo es avanzar hacia "la consolidación de una comunidad mundial más equilibrada, pacífica y cooperativa", se señaló en la Declaración de Panamá respecto de las futuras relaciones de América Latina y el Caribe con Europa. (FIN/IPS/sh/ff/ip/98