Las futuras relaciones económicas de América Latina con la Unión Europea (UE) y la crisis financiera mundial serán los principales asuntos que considerarán los presidentes del Grupo de Río este sábado en la capital de Panamá.
Los cancilleres de ambas regiones aprobaron en febrero en Panamá una declaración de 37 puntos donde se adujo que la cumbre entre el Grupo de Río y la UE prevista para abril de 1999 en Río de Janeiro "representa una oportunidad singular para reforzar la colaboración y la amistad".
El diálogo político, la orientación de sus relaciones hacia "una nueva asociación" y el impulso de "un avance cualitativo en la cooperación y en el intercambio económico entre América Latina y el Caribe y la UE", se encuentran entre las prioridades de la Cumbre de Río, de acuerdo con la Declaración de Panamá.
Según el Sistema Económico Latinoamericano (Sela), el intercambio de América Latina con los países de la UE alcanzó en 1996 un déficit de 13.200 millones de dólares.
Seis años antes, el comercio arrojaba un superávit de 9.200 millones de dólares a favor de América Latina.
En la cumbre de Río de Janeiro, los jefes de estado de las dos regiones analizarán las causas de los drásticos cambios ocurridos en el intercambio comercial y buscarán fórmulas para corregir la situación, según quedó planteado en la Declaración de Panamá.
El subsecretario (viceministro) de Relaciones Exteriores de México, Carlos de Icaza, dijo a un enviado del diario Panamá- América de esta capital que el comercio de América Latina con la UE "es un tema prioritario" para su país.
México relevará a Panamá en la secretaría rotativa del Grupo de Río y se encargará de organizar la siguiente cumbre del grupo regional fundado en 1986 en Río de Janeiro por Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú, Panamá, Uruguay y Venezuela.
El Grupo de Río fue ampliado posteriormente a 14 países con las incorporaciones Bolivia, Chile, Ecuador y Paraguay, así como por un representante rotativo del Caribe y otro por el Sistema de Integración Centroamericano (Sica).
"Frente al nuevo ritmo de la globalización nuestro interés primario es irnos hacia un régimen común para liberar el comercio con Europa", aclaró De Icaza.
"Si queremos competir en el mercado mundial, debemos estar muy bien preparados para tratar temas decisivos en lo económico, y eso requiere una minuciosa preparación y la necesidad de aunar criteros" entre el Grupo de Río y la UE, precisó el funcionario mexicano.
Fuentes de la cancillería panameña, la cual está encargada de la organización de la cumbre, afirmaron que la cumbre se encuentra aún en la fase de preparación.
La integrante de la comisión de la secretaría rotativa Delia Villamonte indicó que "aunque la agenda no está totalmente definida, de la Cumbre entre el Grupo de Río y la UE es un asunto prioritario".
La UE está integrada por Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Finlandia, Gran Bretaña, Grecia, Holanda, Italia, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Suecia.
Otros asuntos a analizar por los jefes de Estado son la crisis financiera que padecen Asia y Rusia, la cual provoca serias dificultades en las economías emergentes, así como la seguridad hemisférica y el fortalecimiento de la paz y la democracia.
La educación como arma para erradicar la pobreza en la región, la crisis que amenaza a los sistemas de computación cuando comience el 2000, la marcha del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y la integración de nuevos miembros también serán tratados en la cumbre, según Villamonte.
Los cinco países de América Central (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) y República Dominicana solicitarán su incorporación directa al Grupo de Río durante la cumbre de Panamá.
Tres de los catorce presidentes de las naciones integrantes del Grupo de Río, Fernando Henrique Cardozo, de Brasil, Carlos Saúl Menem, de Argentina, y Julio María Sanguinetti, de Uruguay, posiblemente falten a la cita debido a compromisos internos en sus países. (FIN/IPS/sh/mj/ip if/98
