El impacto en América Latina de la crisis financiera mundial se impuso como cuestión dominante en los debates de la cumbre del Grupo de Río, realizada hoy en Panamá con participación de diez mandatarios.
La seguridad hemisférica, la reunión de jefes de Estado y de gobierno del Grupo de Río y de la Unión Euopea, anunciada para abril de 1999 en Río de Janeiro, la consolidación de la democracia y la paz en América Latina y el terrorismo y el narcotráfico internacional también ocuparon lugar preponderante en la agenda de la cita de Panamá.
El presidente colombiano Andrés Pastrana afirmó antes del comienzo de la reunión de este sábado que los países miembros del Grupo de los Tres (G-3, Colombia, México y Venezuela) consideran que el Grupo de Río "debe adoptar medidas concretas" para enfrentar la amenaza de la crisis financiera mundial.
"Eso es a lo que aspiramos", señaló Pastrana, tras un desayuno de trabajo con los presidentes Ernesto Zedillo, de México, y Rafael Caldera, de Venezuela.
El mandatario colombiano, que fue comisionado por Caldera y Zedillo para exponer a la prensa los resultados de la reunión tripartita, dijo que el G-3 pidió al Grupo de Río el tratamiento de la crisis para "actuar rapidamente y de manera conjunta y concertada" al respecto.
El canciller de Panamá, Ricardo Alberto Arias, confirmó a IPS que luego de las iniciativas presentadas por el G-3 y otros estados de la región sobre el huracán que afecta las finanzas internacionales, se decidió otorgar aención prioritaria al asunto en la reunión presidencial de este sábado.
Mientras se hunden las bolsas de valores de la región, aumentan entre los economistas internacionales las voces que aconsejan a los inversionistas retirarse de América Latina, y varios gobiernos han corregido a la baja su pronóstico de crecimiento económico para este año y el siguiente.
Colombia devaluó esta semana su moneda y Moody's, una influyente firma calificadora de riesgo de inversiones, modificó a la baja la puntuación de los títulos de deuda de Brasil y Venezuela, los dos países a los que se considera más expuestos en América Latina al terremoto financiero.
Fuentes de la delegación de México informaron que su gobierno también solicitó una propuesta concreta para la cumbre del próximo año en Río de Janeiro de los 14 países del Grupo de Río, una instancia de coordinación política en que tienen representación directa o indirecta los países de América Latina y del Caribe, con excepción de Cuba.
Las negociaciones comerciales, el acceso a mercados y el tema de las inversiones de Europa en América Latina figuran en la agenda que México desea "impulsar decididamente" en la cumbre entre las dos regiones, explicó la fuente mexicana.
América Latina presentaba a finales de 1996 un déficit de 13.200 millones de dólares en su intercambio comercial con la UE, de acuerdo con datos del Sistema Económico Latinoamericano (SELA). En 1990, América Latina había obtenido un superávit comercial de 9.000 millones de dólares en esa relación comercial.
Las conversaciones previas a la cumbre de este sábado se refirieron también a asuntos de seguridad hemisférica, indicó el presidente de Panamá, Ernesto Pérez Balladares.
Pérez Balladares informó el viernes de noche que existe preocupación en la región "por la falta de consolidación de un sistema de seguridad hemisférico basado en una doctrina verdaderamente orientadora".
Luego de indicar que los parámetros básicos de la seguridad hemisférica "deben ser objeto de elaboración consciente y de consulta permanente", Pérez Balladares subrayó que los conceptos predominantes hasta ahora "ya no funcionan ni debe funcionar en nuestro continente".
"Las alteraciones potenciales a la estabilidad y la gobernabilidad no pueden responderse con el recorte de las libertades ciudadanas como resultó con frecuencia en épocas anteriores", aclaró el jefe de Estado panameño.
A su juicio, la paz social requiere que los latinoamericanos puedan reflexionar, "unirse y reunirse, formular críticas y señalamientos, acceder al poder público, compartir responsabilidades (y) anidar sentimientos individuales y colectivos", agregó.
Entre los temas de seguridad regional propuestos para la "Declaración de Panamá", el documento final de la cumbre, se incluye el caso del narcotráfico y del terrorismo en los estados de la región.
"Me complace mucho que el Grupo (de Río) lo haya acogido con tanta seriedad", declaró Pastrana, al referirse a ese capítulo de la Declaración de Panamá.
En cambio, fue postergada, por no lograr consenso entre los coordinadores nacionales que elaboraron la declaración, la propuesta de incorporación directa al Grupo de Río de los cinco países de la subregión centroamericana y de República Dominicana.
Constituido en 1986 en Río de Janeiro por Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú, Panamá, Uruguay y Venezuela, el Grupo de Río se amplió luego, con el ingreso de Bolivia, Chile, Ecuador y Paraguay.
Un representante rotativo de Centroamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) y otro del Caribe asisten con plenos poderes a las cumbres regionales, que se realizan todos los años.
A la cita de Panamá no asistieron los presidentes Carlos Menem, de Argentina, Julio María Sanguinetti, de Urugay, Fernando Hemnrique Cardozo, de Brasil y Armando Calderón Sol, de El Salvador, quien actualmente representa a América Central. (FIN/IPS/sh/ff/ip/98