La capital de Venezuela fue asaltada hoy por caravanas y marchas de aspirantes a la presidencia, en la apertura de la campaña electoral que en diciembre podría conducir al poder a Hugo Chávez, que en 1992 fracasó en su intento de tomarlo en una cruenta asonada.
Chávez, un militar retirado de 44 años que propone acabar con la "dictadura corrupta" de los partidos tradicionales mediante una asamblea constituyente que refunde el país, mantiene el primer lugar en todos los sondeos.
El candidato favorito encabezó una marcha menos nutrida de lo esperado de adeptos al Polo Patriótico que lo respalda, un conjunto de pequeñas fuerzas e individualidades de izquierda y derecha y de compañeros de su aventura golpista. Los seguidores de Chávez atravesaron de punta a punta el estrecho valle que enmarca a Caracas.
Chávez explicó que su coalición, en que se destaca su Movimiento V República, decidió iniciar la campaña con "un ataque desde todos los flancos, sin pedir tregua y sin dar tregua", a través de actos en la mayoría de los 23 estados del país.
El 8 de noviembre se realizarán las elecciones regionales y legislativas y el 6 de diciembre las presidenciales, y los aspirantes a la primera instancia suman 200.000, mientras que 12 hombres y una mujer buscan suceder desde febrero al octogenario presidente Rafael Caldera.
Irene Sáez, quien dejó la alcaldía del rico municipio Chacao de Caracas para aspirar a la presidencia, eligió una caravana con todo tipo de vehículos como su primer acto proselitista, en un recorrido que paradójicamente evitó el distrito donde en 1995 fue reelegida con 86 por ciento de los votos.
Sáez, politóloga, cayó del primer lugar de los sondeos en marzo. Las encuestas de julio bajaron a la dirigente de 37 años al tercer puesto, detrás de otro exponente del liderazgo surgido de la descentralización: el empresario y ex gobernador del industrial estado de Carabobo Henrique Salas, de 62 años.
"Yo encarno el cambio sin violencia", repitió este sábado Sáez, conocida internacionalmente por haber sido Miss Universo en 1981 y que es la única soltera entre los aspirantes a gobernar. La rodeaban adeptos a su partido IRENE, al socialcristiano Copei y otros pequeños grupos que respaldan su disminuida candidatura.
Luis Alfaro, representante de uno de las dos fuerzas que encarnan la rechazada "partidocracia" vigente en Venezuela desde 1958, el partido Acción Democrática (AD) realizó una caravana de automóviles para mostrar "la fuerza 'adeca' contra el miedo" que a su juicio representa Chávez.
La marcha a pie de Chávez y la caravana de Alfaro se encontraron en la Plaza Altamira, emblema del municipio Chacao, lo que produjo algunos conatos de violencia que tuvo que ser contenida por efectivos policiales.
Alfaro, de 76 años y el único aspirante a la presidencia sin carrera universitaria, aparece con sólo cuatro puntos en los sondeos, mientras que AD y Copei, los dos partidos que compartieron el poder en las cuatro decadas de democracia, pierden peso en la simpatía de los electores, según las encuestas,
La última encuesta dada a conocer, producida por la firma Mercanálisis, expresa que AD fue desbancado del primer lugar como fuerza política por el MVR de Chávez, al que siguen el Proyecto Venezuela, creado por Salas para su candidatura, e IRENE.
Salas fue el único aspirante que no realizó ninguna actividad pública en el arranque oficial de la campaña, después de ser invitado personal del presidente colombiano Andrés Pastrana a su toma de posesión el viernes.
Ex gobernador de Carabobo, empresario y economista de la universidad estadounidense de Yale, Salas es el candidato que menoc rechazo concita entre el 82 por ciento que se muestra decidido a votar en diciembre, pero también es el menos conocido.
Otro postulante con figuración en las encuestas, el socialdemócrata independiente Claudio Fermín, un sociólogo de 48 años y ex alcalde de Caracas, que figura en cuarto puesto, abrió su campaña en el selvático e industrial estado de Bolívar, al sureste del país.
Fermín, Salas y Saéz expresan lo que se ha dado en definir como el bloque modernizador, por sus propuestas de reforma del Estado, al que asignan un papel promotor concentrado en mejorar la calidad de vida, la educación, la salud, los servicios y la infraestructura, dejando la producción a los empresarios.
Los tres tienen, además, un liderazgo que emergió de su exitosa labor en municipios o estados y que enfrentan la conducción cupular y partidizada de los poderes democráticos, e insisten que favorecen una nueva forma de hacer política.
Chávez, no sólo por su pasado violento sino por su oferta centralista en lo político e intervencionista en lo económico, y Alfaro como "el caudillo" férreo de un partido que perdió su identidad ideológica para centrarse en una maquinaria clientelar, son vistas por los analistas como expresiones anacrónicas.
La resistencia a los cambios de quienes dirigen un modelo político agotado, que desde fines de los 70 se ha traducido en crisis económica, colapso de los servicios, corrupción, clientelismo, pérdida de valores y 68 por ciento de la población en pobreza, es el nutriente del resintimiento que impulsa a Chávez.
Pero encuestadores y analistas de opinión insisten en que nada está dicho en el proceso electoral venezolano, porque éste se caracteriza por ser el más volatil de la historia local, y los cambios de escenario pueden ser múltiples antes de diciembre.
En ese sentido se considera que las elecciones regionales y legislativas un mes antes de las presidenciales, una novedad en la política local, van a tener el papel de "primarias", que definirán el volátil voto de un porcentaje determinante de los 12 millones de electores para diciembre. (FIN/IPS/eg/ff/ip/98