La campaña que culminará con las elecciones legislativas y regionales en noviembre y las presidenciales en diciembre en Venezuela arranca este sábado, en el proceso más confuso, volátil y crucial de los 40 años de democracia.
"Este proceso se pronostica como convulsivo", anticipó el presidente del Consejo Nacional Electoral, Rafael Parra, mientras 13 aspirantes a la Presidencia y 200.000 candidatos a cargos regionales y parlamentarios preparaban las caravanas y marchas con que en todo el país se abrirá la campaña este fin de semana.
Las últimas encuestas coinciden en señalar como favorito para suceder al octogenario Rafael Caldera al ex líder golpista y teniente coronel retirado Hugo Chávez, de 44 años, al que el actual presidente liberó tras suspender su juicio al llegar al poder en 1994.
Pero los mismos sondeos indican que si bien los electores están decididos a votar en un porcentaje de 82 por ciento -20 puntos más que en igual momento en 1993-, hay signos de volatilidad en la intención de voto, lo que podría cambiar una vez más el panorama antes y después de noviembre.
"Entramos en un momento turbulento de la política venezolana", añadió Parra, mientras que el experto electoral Luis Vezga anticipó que será una campaña muy diferente a las precedentes y donde por vez primera estará presente "el tema duro y difícil de la participación militar".
Hasta marzo, la reina de las encuestas era la alcaldesa del rico municipio capitalino de Chacao, Irene Saéz, de 37 años, famosa internacionalmente por haber sido Miss Universo en 1981, mientras que ahora está en tercer lugar, detrás del ex gobernador y empresario Henrique Salas, de 62 años, en sólido ascenso.
En Venezuela, los sondeos han anticipado sin cambios desde el año previo a los dos candidatos más votados y sólo excepcionalmente los votos han desmentido el primer lugar asignado desde 12 meses antes.
En las elecciones pasadas, Caldera se mantuvo siempre al frente de los sondeos, en la primera ocasión en que obtuvo el triunfo una figura sin respaldo de las dos fuerzas que han dominado la ahora criticada "partidocracia" venezolana: Acción Democrática (AD) y el partido socialcristiano Copei.
El fracaso del gobierno de Caldera, quien logró restituir la estabilidad tras la crisis institucional abierta con la asonada de Chávez pero agudizó la crisis económica y social, y paralizó la demandada reforma del Estado, orienta a quienes lo apoyaron en 1993 a un voto de "ruptura neta" con el pasado.
Los cuatro candidatos que tienen mayor opción de triunfo se presentan como independientes que encarnan el rechazo a la política tradicional y el manejo corrupto de un país con 68 por ciento de la población en pobreza, pese a su riqueza petrolera.
Todos los candidatos, incluidos los de los partidos que han dirigido el país los últimos 40 años, ofrecen grandes cambios en la conducción política y una reforma profunda de los poderes institucionales.
En el caso de Chávez, se suma un discurso "antisistema", que según sus críticos esconde un proyecto autoritario e incluso dictatorial.
Chávez fue líder del cruento y fallido alzamiento militar de febrero de 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez, un episodio que reivindica en sus actuales discursos si bien insiste en que abandonó la vía de la violencia para llegar al poder por medio de los votos.
Su primacía en las encuestas ha provocado un movimiento alarmado de los inversores externos e internos, con retiros crecientes de capitales, mientras que los sondeos muestran que su favoritismo es equilibrado por un 40 por ciento de la población que rechaza frontalmente su eventual triunfo.
Chávez lidera el partido Movimiento V República, nutrido por antiguos militares, y propone derrocar la dictadura corrupta de los partidos tradicionales, con una propuesta nacionalista en lo político e intervencionista en lo económico, y la refundación del país mediante una constituyente.
Es respaldado por un heterógeneo grupo de fuerzas de izquierda y derecha, y mientras algunos lo perciben como una reedición del cubano Fidel Castro otros lo asemejan al último dictador que tuvo Venezuela, el general Marcos Pérez Jiménez (1948-58).
Analistas y dirigentes de empresas encuestadoras predicen que si las elecciones legislativas y regionales del 8 de noviembre evidencian la solidez de su supremacía, un alto número de electores votaría por el candidato que pueda derrotarlo, así no sea su preferido.
La realización de los comicios regionales y legislativos un mes antes de la elección presidencial del 6 de diciembre fue una "maniobra" de última hora de AD y Copei, destinada a mostrar fortaleza ante los electores, gracias a la ventaja que le dan sus maquinarias frente a las débiles fuerzas de sus contrincantes.
Los resultados de noviembre son vistos por los propios candidatos como una "especie de primarias", que pueden ser determinantes en el ánimo del electorado para la justa presidencial, como indicó a corresponsales extranjeros Henrique Salas esta semana.
AD decidió presentarse con un candidato propio, su veterano líder Luis Alfaro, de 76 años, un dirigente carente de carisma al que sus opositores presentan como la encarnación de los males del agotado modelo de democracia venezolana.
Con la consigna "contra el miedo la fuerza adeca", Alfaro insiste que aunque las encuestas no le den más de cuatro puntos él será quien capitalizará el voto contra Chávez.
Desde marzo, cuando Chávez comenzó a subir en los sondeos, su candidatura se ha visto adicionalmente favorecida por el hecho de que los demás candidatos lo han convertido en el aspirante a derrotar, referente continuo de sus discursos y críticas.
La crisis económica abierta por la caída internacional de los precios del petróleo, que se agudiza a medida que la desconfianza en el posible triunfo de Chávez provoca retiro de inversiones y de capitales, también ahonda el resentimiento social en que se nutre la opción del ex líder golpista.
Copei decidió no presentar candidatura propia y respalda a Saéz, en un matrimonio electoral consumado en abril que provocó la caída de la candidata en los sondeos, al limitar su imagen de independiente. (FIN/IPS/eg/ag/ip/98