SUDAN: Jartum cobra impuesto para reconstruir fábrica bombardeada

El gobierno de Sudán comenzó a cobrar un impuesto a los trabajadores para reconstruir la fábrica farmacéutica destruida por un bombardeo de Estados Unidos, aunque el propietario de la compañía rechazó la medida y dijo que la edificará con sus propios medios.

El propietario, Salih Idris, declaró el jueves al diario Al Anba, luego de retornar de Arabia Saudita, que no aceptaría el dinero recaudado para reconstruir la fábrica.

"Reuniré el dinero para reconstruir la fábrica de El Shifa por mi cuenta y le pagaré a los trabajadores sin pedir la ayuda de nadie", aseguró.

La fábrica, con un costo estimado de 100 millones de dólares, fue destruida por misiles estadounidenses el jueves 20 en represalia por los atentados que el día 7 destruyeron las embajadas de Estados Unidos en las capitales de Kenia y Tanzania, supuestamente perpetrados por "terroristas islámicos".

El presidente estadounidense Bill Clinton afirmó que la fábrica farmacéutica de El Shafi era una pantalla para la producción de armas químicas, pero Jartum niega la acusación.

Idris informó que pronto recurrirá a su compañía de seguros para que considere la reconstrucción de la fábrica. El propietario sugirió que el salario de los trabajadores se aumente, en lugar de reducirlo a través de los impuestos.

Las declaraciones de Idris se conocieron mientras funcionarios de Jartum ya comenzaron a recaudar el dinero de los trabajadores.

En una declaración manuscrita, Idris dijo que los obreros no participaron en el bombardeo de la fábrica. "¿Por qué se debe castigar a los empleados por algo que no hicieron?", preguntó.

A pesar de las protestas de Idris, el gobierno continuó este viernes con la campaña de recolección de fondos en los jardines públicos, las escuelas y las concurridas oficinas estatales de electricidad e impuestos.

El gobierno informó que pretende recaudar al menos 30 millones de dólares de los salarios de los trabajadores durante los próximos dos años, para ayudar a reconstruir la fábrica.

Pero algunos trabajadores se resisten a la iniciativa. Joseph Deng, quien trabaja en la empresa eléctrica del Estado, señaló que los empleados no fueron consultados cuando se tomó la decisión de cobrar el impuesto a su trabajo.

"Nos enteramos por los diarios que iban a deducir cierta cantidad de nuestros salarios. El gobierno provoca mayor sufrimiento a los trabajadores al cobrar este impuesto", afirmó.

Las donaciones deben ser voluntarias y no impuestas, opinó Deng. "Exigiré el retorno de mi dinero ante los tribunales, y ganaré", aseguró.

Deng gana unos 29 dólares por mes, que no le bastan para alimentar a sus dos esposas y siete hijos, explicó. "El bombardeo de la fábrica nos dolió mucho. Pero eso no significa que los pobres deben cargar con la cuenta", opinó.

El obrero Mohamed Yahia, de la compañía Ingeniería de Aire Frío, exhortó al gobierno a buscar medios alternativos para reconstruir la fábrica, "sin cobrarle impuestos a los pobres".

Su compañero Fathi Mohamed está de acuerdo. "El actual ejercicio de recolección de fondos está viciado de política. Quizá el gobierno pretende que todos los contribuyentes sudaneses odien a Estados Unidos", dijo.

"Es claro que, después de pagar el impuesto, los trabajadores creerán que Estados Unidos es el responsable de su sufrimiento", afirmó.

Los trabajadores también deben cargar con la cuenta de la guerra civil que ya lleva 15 años. Versiones sin confirmar indican que el conflicto le cuesta al gobierno del teniente general Omar Hassan al Bashir al menos cinco millones de dólares por día. (FIN/IPS/tra-en/nb/mn/aq/ip/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe