Nevis no logró -por poco- reunir los votos suficientes para separarse de San Cristóbal en el plebiscito de autodeterminación celebrado el lunes en esa isla del Caribe.
Sin embargo, los resultados no hicieron mella en la esperanza de los partidarios de convertir a Nevis, una isla de 100 kilómetros cuadrados con una población de 10.000 habitantes, en el estado independiente más nuevo del mundo.
Esto ocurre pese a las advertencias de la Comunidad del Caribe (Caricom) y el Departamento de Estado de Estados Unidos contra los intentos de separación.
El resultado del plebiscito significó una amarga derrota para el primer ministro de Nevis, Vance Amory, quien en los últimos dos años visitó varios países del Caribe y mantuvo discusiones con líderes y diplomáticos extranjeros sobre el asunto.
En esas conversaciones, Amory citó disparidades económicas, sociales y políticas entre Nevis y su vecino mayor como argumento para la secesión.
Se trata de los mismos argumentos que esgrimió Anguila en la década de 1960 para su decisión de seguir siendo una colonia británica en lugar de permanecer en la entonces federación de tres islas de San Cristóbal-Nevis y Anguila.
Amory se manifestó "decepcionado" en una breve declaración sobre el resultado de la consulta popular, en la que menos de 7.000 ciudadanos estaban habilitados para votar.
En el plebiscito, el gobernante Movimiento de Ciudadanos de Preocupados liderado por Amory y sus partidarios secesionistas lograron 61,8 por ciento de los votos, pero precisaban 66,67 por ciento (o dos tercios de los ciudadanos habilitados) para conseguir la separación.
El primer ministro de la federación, Denzil Douglas, declaró aliviado por el resultado que respetaba "la decisión del electorado" y una vez más extendía su mano de amistad a la administración de la isla de Nevis para mejorar sus relaciones.
Parry Joseph, líder del opositor Partido de la Reforma de Nevis, dijo que los resultados son buenos para su pequeña isla, dado que "el país no estaba listo para la secesión".
"No es que yo estuviera contra la separación", aclaró, y agregó que la disposición de Douglas y Amory a discutir la cuestión en una atmósfera más cordial constituye "un paso hacia adelante".
Joseph está convencido de que un voto por el sí el lunes hubiera colocado al país en una "situación difícil", y declaró a la prensa que ahora está preparado para formar parte de las negociaciones sobre el futuro constitucional de Nevis.
Los resultados fueron acogidos con entusiasmo por el secretario general de la Comunidad Británica de Naciones, Emeka Anyaoku, quien manifestó un gran alivio.
"Me siento realmente aliviado de que el resultado haya sido lo que fue", expresó Anyaoku desde su oficina de Londres, pero añadió que el gobierno de San Cristóbal y Nevis deberá trabajar en forma conjunta "para estudiar las preocupaciones del pueblo de Nevis". (FIN/IPS/tra-en/pr/wg/ml/ip/98