La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Gro Harlem Brundtland, comprometió hoy a los pediatras de todo el mundo a incorporarse a la lucha por la reducción de las muertes de niños menores de cinco años.
De los 11 millones de niños que mueren cada año en todo el mundo antes de esa edad, 70 por ciento fallece por infecciones respiratorias agudas, diarrea, sarampión, paludismo y desnutrición.
Pero también aparecen nuevas enfermedades y causas de muertes asociadas con la urbanización creciente, que afectan cada vez más a la infancia.
Ante ese cuadro, a los pediatras les corresponde un papel destacado en la creación de sistemas sanitarios y de atención médica capaces de favorecer y proteger el futuro de la humanidad, previno Brudntland en Amsterdam.
En la inauguración del Congreso Internacional de Pediatría, que se celebra en la capital de Holanda, la directora de la OMS describió al pediatra como "una clase muy especial de líder comunitario" que constituye "una voz poderosa para los niños que tienen muy poco eco en demasiados países".
Brundtland, que asumió hace un mes la dirección de la OMS, inauguró con su mensaje a los pediatras una nueva política "de apertura a todos los sectores de la sociedad que hasta ahora no habían sido atendidos por la OMS".
El esfuerzo conjunto de los pediatras y de la OMS puede favorecer un cambio y ayudar en el asesoramiento a los gobiernos sobre las formas de estructurar sus sistemas de salud para atender de manera adecuada a la infancia, dijo.
La inversión en salud puede brindar resultados tangibles como, por ejemplo, una fuerza de trabajo más productiva y estudiantes más atentos, declaró Brundtland.
Las enfermedades del subdesarrollo, la persistencia de las enfermedades infecciosas y de la desnutrición, como también de los partos sin atención médica y la falta de cuidados sanitarios son las causas principales de deceso de los niños.
Brundtland dijo que los ninos se encuentran atrapados en el círculo vicioso de pobreza y enfermedad. La pobreza conduce a la enfermedad y la enfermedad es un factor de la pobreza, dijo.
Los niños pobres afrontan cinco veces más posibilidades de muerte antes de cumplir los cinco años. En algunos países de Africa, un niño de cada cinco muere antes de los cinco años, mientras que cada 1.000 niños nacidos vivos 75 fallecen antes del primer mes.
En el mundo en desarrollo, una sexta parte de todos los niños nacen con peso insuficiente y la desnutrición contribuye a más del 50 por ciento de los decesos de niños.
La directora de la OMS lanzó un clara advertencia sobre el papel de la lactancia materna en la prevención de la desnutrición y del contagio de enfermedades infecciosas.
Brundtland pidió a los pediatras que se mantengan vigilantes ante la comecialización agresiva de sustitutos de la leche materna que perjudican la lactancia.
En casos de madres seropositivas, se les debe ofrecer consejos justos, equilibrados y prudentes que eviten la alarma y el abandono de la la lactancia materna, dijo.
De lo contrario, advirtió, se perderán decenios de esfuerzos dedicados a mejorar las prácticas en materia de lactancia maternal. (FIN/IPS/pc/mj/he/98