La Duma, cámara baja del parlamento de Rusia, reunida en sesión de emergencia para analizar la crisis financiera, exigió hoy la renuncia del presidente Boris Yeltsin.
Fuera de la cámara, el ex presidente Mijail Gorbachov exigió a Yeltsin que convoque a elecciones anticipadas para restaurar la confianza y detener los efectos destructivos de la inflación y la devaluación sobre los salarios y los ahorros en rublos de millones de rusos.
Ante los ataques del parlamento, el primer ministro Sergei Kiriyenko, el ministro de Finanzas Mijail Zadornov y el presidente del Banco Central Sergei Dubinin aseguraron que la devaluación decretada de hecho el lunes no es más que un reordenamiento prudente de la política económica.
El líder del Partido Comunista Gennady Zyuganov declaró que la devaluación del rublo representó el colapso total de la política económica de Moscú. "No se trató sólo de la devaluación del rublo, fue la devaluación entera de la Federación Rusa, y el país ahora se encuentra al borde del abismo", dijo en el parlamento.
"Las acciones de las principales 50 compañías rusas en conjunto sólo ascienden a 23.600 millones de dólares, y un sólo millonario las podría comprar", sostuvo Zyuganov.
El líder había advertido a los empresarios occidentales que no invirtieran en Rusia mientras esté dirigida por un hombre "podrido e inmoral" como Yeltsin. "Si siguen aportando dinero para mantener a una persona bebedora, degradada e inmoral, tendrán que compartir la responsabilidad con él", manifestó.
La Duma, que interrumpió su licencia estival para debatir el manejo de la economía, pidió a Yeltsin que renuncie antes del fin de su período de gobierno, en una resolución aprobada por 245 votos a favor y 32 en contra.
"El país se encuentra en una profunda crisis y el presidente no actuó para proteger los derechos constitucionales de la ciudadanía… creando una verdadera amenaza a la integridad, la independencia y la seguridad de Rusia", señaló la resolución.
Yeltsin, quien se encuentra este viernes en la base naval ártica de Severomorsk para presenciar la prueba de lanzamiento de un nuevo misíl balístico de la Flota Septentrional, descartó las demandas como "cosas de rutina".
El lunes, el gobierno devaluó el rublo en 50 por ciento y decidió dejar de defender el valor de la moneda con sus menguantes reservas de divisas, a menos que descienda por debajo de las 9,5 unidades por dólar.
Desde ese día, el valor del rublo cayó en forma constante y se vende oficialmente en torno a siete unidades por dólar.
Pero en los cambios extraoficiales de todo el país, algunos bancos cobran hasta 10 rublos por dólar, aprovechando la desesperada demanda de divisas. Algunas agencias de cambios compraron dólares y luego los revendieron hasta en 50 por ciento más.
Las nuevas reglas del Banco Central impiden que los cambistas fijen precios de compra y venta con una diferencia entre ambos superior a 15 por ciento. La institución también creó una línea colectiva donde los clientes pueden denunciar a las casas de cambio que violen las reglas.
Los precios comenzaron a subir ya que los comerciantes remarcaron los productos, acapararon la mercadería y cancelaron las ventas. Algunos comerciantes dejaron de vender los artículos no perecederos y esperan venderlos cuando los precios suban.
Los precios aumentaron 20 por ciento, según algunos cálculos.
El mismo día que devaluó la moneda, el gobierno impuso una moratoria de tres meses al pago de la deuda. Kiriyenko describió las medidas como "necesarias, pero no satisfactorias", y dijo que la reestructuración ahorraría al gobierno unos 11,4 millones de dólares a fin de este año y 21,4 millones de dólares en 1999.
Zadornov y Dubinin afirmaron que la reestructuración de la deuda liberará fondos para el presupuesto y ayudará a pagar miles de millones de rublos adeudados a rusos por salarios y pensiones. Dubinin dijo que las medidas fueron diseñadas "para proteger los intereses de los ciudadanos y la economía rusa".
Kiriyenko dijo que la moratoria de la deuda fue un intento desesperado por evitar una crisis total.
La deuda externa rusa asciende a 140.000 millones de dólares, mientras un paquete de rescate de 22.600 millones de dólares acordado con el Fondo Monetario Internacional y otras agencias en junio sólo profundizará el endeudamiento.
"Si siguiéramos pagando nuestra deuda y los pagarés del Tesoro al corto plazo no podríamos pagar salarios y pensiones", dijo a los periodistas.
Zadornov admitió que el no pago de la deuda hizo casi imposible pedir préstamos al menos hasta el año próximo. Incluso el líder del partido "Rusia es Nuestro Hogar", Alexander Shokhin, cercano al gobierno, dijo que posponer el pago de la deuda es ilegal.
"La idea de dejar de pagar las deudas internas fue insana ya que, según el Código Civil, el gobierno no tiene derecho de cambiar unilateralmente los términos de los préstamos", dijo.
Grigory Yavlinsky, líder del partido liberal Yabloko, sostuvo que las políticas del gobierno están basadas en mentiras flagrantes, y exigió un voto de censura.
Muchos de los 1.500 bancos comerciales pidieron grandes préstamos en dólares y no pueden pagarlos, y muchos deberán esperar fondos prometidos en pagarés del Tesoro a corto plazo hasta que finalice la moratoria de tres meses del gobierno.
Hay cientos de pequeños bancos relacionados a industrias individuales y regiones geográficas al borde del colapso, mientras varios bancos privados que presenciaron la caída de sus activos en rublos y el retiro de sus activos en dólares por parte de grupos industriales financieros a los que sirven.
Doce de los bancos más ricos y poderosos tendrán apoyo especial para congelar 4.000 millones de dólares en créditos bancarios y empresariales a extranjeros durante tres meses.
Shokhin, entre otros, criticó la medida como favoritismo y urgió que los fondos sean usados para impulsar a pequeños bancos que sirven a la gente común en Rusia.
El primer vicepresidente del Banco Central, Sergei Aleksashenko, advirtió que los principales bancos rusos podrían quebrar "en los próximos días".
Para evitar una corrida en los bancos, Dubinin prometió a los rusos que el Banco Central "garantizará 100 por ciento de los depósitos" en los bancos rusos. (FIN/IPS/tra-en/sb/mom/rj/aq-lp/98
