El gobierno de Ruanda sigue de cerca los hechos en la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), donde el presidente Laurent Kabila lanzó hoy una ofensiva contra insurgentes banyamulenge en el este del país.
Los enfrentamientos se registran entre el ejército nacional de RDC y rebeldes banyamulenges, -congoleños que comparten el lenguaje y origen étnico con los tutsis ruandeses-, supuestamente respaldados por fuerzas armadas de Ruanda.
La insurgencia contra el gobierno de Kinshasa provocó que Kabila decidiera el lunes un toque de queda nocturno en todo el país.
La ofensiva de este martes se lanzó en la ciudad de Bukavu, al este, donde comenzó la revuelta contra el gobierno del presidente Laurent Kabila.
Según informaciones de trabajadores humanitarios, más de 500 personas huyeron de Bukavu, la capital de la provincia sur de Kivu en RDC, y buscan refugio en Ruanda.
Los combates de esta semana se produjeron días después que el presidente Kabila ordenara el retiro de RDC de tropas ruandesas que lo ayudaron en su llegada al poder en mayo de 1997, la que implicó la expulsión del dictador Mobutu Sese Seko por la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo-Zaire.
Empresarios en Kishasha, capital de RDC, donde también se registraron combates, dijeron a IPS que el gobierno de Kabila ha iniciado una "caza de brujas" de tutsis, calificación dada a soldados ruandeses, y miembros del grupo étnico banyamulenge.
"Se saquean viviendas y la gente es arrojada a la cárcel bajo la mera suposición de que son banyamulenges o ruandeses", dijo un empresario de gira en Ruanda.
Autoridades del gobierno de RDC acusan a tropas ruandesas y fuerzas congoleñas tutsi por iniciar la violencia en Goma, Bukavu y Kindu.
El gobierno de Ruanda, sin embargo, negó la participación en la revuelta contra el régimen de Kabila.
"La crisis en Kinshasa y la parte este de RDC es puramente un asunto interno y el gobierno de Ruanda no está involucrado de manera alguna", dijo el lunes en una declaración el ministro de Relaciones Exteriores, Anastase Gasana.
El canciller ruandés afirmó que Kigali terminó de retirar sus tropas de la RDC en un operativo supervisado por altos militares del ejército congoleño.
Ruanda respaldó la rebelión de septiembre de 1996 de los banyamulenge tras un intento de las autoridades de Zaire de retirarles la nacionalidad zairense (ahora congoleña).
La revuelta fue el primer comienzo de la insurgencia que desplazó a Sese Seko.
"El gobierno de Ruanda también asistió a la Nueva República Democrática de Congo con su consolidación, aunque hubo algunas fuerzas extranjeras hostiles a su renacimiento", dijo el canciller Gasana.
El nuevo estallido de violencia en el ex Zaire, según fuentes diplomáticas en Ruanda, colocó al país en el mismo punto que cuando comenzó la rebelión de 1996.
"Volvimos a punto cero", dijo un diplomático. "El mismo acoso contra los banyamulenge por parte del régimen de Mobutu desató la rebelión de siete meses que llevó al poder al presidente Kabila", destacó. (FIN/IPS/tra-en/jbk/pm/lp/ip/98