/REPETICION/PANAMA: Derrota de reelección plantea nuevo escenario político

La derrota en referendo de la reforma constitucional que habría permitido la reelección del presidente de Panamá, Ernesto Pérez Balladares, estableció un nuevo escenario a los partidos de gobierno y de oposición hacia las elecciones de mayo de 1999.

Contrario a los optimistas pronósticos de sus partidarios, el voto a favor de la reelección no logró superar el domingo el 34 por ciento de los sufragios con que Pérez Balladares ganó las elecciones generales de mayo de 1994.

En cambio, el grupo opuesto a la reelección, que incluía hasta a sectores del gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), alcanzaron un inesperado 63 por ciento. La abstención ascendió a 34 por ciento, según datos preliminares.

Sin embargo, la contundencia del voto contrario a la reelección no es sinónimo de que la oposición tradicional haya asegurado por anticipado un triunfo en 1994, ni tampoco de que el PRD haya sido derrotado de antemano, según varios analistas.

El analista político Ramón Jimenez consideró que el 63 por ciento que se pronunció contra la reelección supera en más de 50 por ciento el total de inscriptos a todos los partidos opositores, lo cual, a su juicio, es un indicio de que "el pueblo pasó por encima de los liderazgos partidistas".

"El voto por 'no' llevó el rostro del ciudadano y es una ruda advertencia para los políticos, ya que demuestra que el ciudadano ha madurado, que ha alcanzado niveles superiores y que ni siquiera el clientelismo ha podido ser un instrumento manipulador", acotó.

Julio Miller, conductor de uno de los programas de opinión más importantes de la radio panameña, indicó que la situación que los partidos encontrarán en la campaña electoral de 1999 "no va a ser la misma que la expresada en el referendo".

A su juicio, el voto contrario a la reelección es una expresión de las dos corrientes en que se divide la oposición y que, "si no ocurre el milagro de la concertación entre ambos sectores", en mayo de 1999 estarán tan divididos como en mayo de 1994, cuando votaron a dos candidatos diferentes.

Hasta ahora, la situación en filas de la oposición es confusa.

La presidenta del Partido Arnulfista (PA), Mireya Moscoso, fue escogida en mayo precandidata a la presidencia para 1999 tras una dura lucha con su correligionario Alberto Vallarino, quien no acepta la derrota y sugiere la posibilidad de constituir "una tercera fuerza" con otros grupos opositores.

Sin embargo, las cúpulas de los opositores Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (Molirena), Partido Liberal Auténtico, Renovación Civilista y Demócrata Cristiano firmaron un acuerdo de unidad con Moscoso, quien en los comicios de 1994 se ubicó en segundo lugar a solo dos puntos porcentuales de Pérez Balladades.

Pero algunos dirigentes de oposición, como el ex presidente de la Democracia Cristina Ricardo Arias Calderón, el dirigente de Molirena y ex candidato la presidencia de Panamá Rubén Carles, y la alcaldesa capitalina Omayra Correa manifestaron preferencias por una alianza electoral con Vallarino.

Moscoso fue sumamente precavida al anunciar la noche del domingo el triunfo de los opositores a la reelección.

"El pueblo habló alto y claro al decirle un rotundo 'no' a la reelección", afirmó Moscoso, quien se abstuvo llamar a la unidad de la oposición, como sí lo hizo el presidente de Molirena, Guillermo Ford.

Una cuarta fuerza política, el Movimiento Papa Egoró, que conduce el artista Rubén Blades y que en 1994 ocupó el tercer lugar con 18 por ciento de los votos, todavía no decidió su ubicación en la próxima competencia electoral, si bien votó contra la reelección.

Mientras, los aliados del PRD, los pequeños partidos Cambio Democrático y Solidaridad, advirtieron antes del referendo que si el gobierno salía derrotado reconsiderarían su alianza con Pérez Balladares.

Diversos analistas políticos dejaron entrever que Solidaridad, cuyo presidente Samuel Lewis Galindo es suegro y socio de Vallarino en negocios de banca e industrias, podría abandonar la alianza con el PRD y sumarse a "la tercera fuerza" de oposición.

Sin embargo, el ex ministro de Agricultura y dirigente del PRD Alfredo Oranges, quien se opuso a la reelección, afirmó que el resultado "es un rechazo a Ernesto Pérez Balladares y a su modelo económico y de ninguna manera un rechazo al PRD".

"No ha perdido el PRD, ha perdido la propuesta de una reelección", sostuvo Oranges, quien hizo una agresiva campaña contra la reforma y se postuló como candidato presidencial de alternativa en su partido para los comicios de 1999.

Pero tanto Jiménez como Miller indican que Oranges tendrá que revitalizar la actual alianza de gobierno o salir a buscar nuevos aliados si desea tener alguna posibilidad en 1999.

La sindicalista Enelda Rosales, del sindicato Magisterio Panameño Unido, advirtió a los partidos y dirigentes políticos del país que en esta ocasión "el pueblo le dijo al presidente que no aceptamos su política neoliberal".

"Y si no se la aceptamos al PRD tampoco se la vamos a aceptar a ningún partido de la oposición", advirtió la dirigente.

"Con esta victoria le hacemos un llamado a los políticos para que entiendan que lo que queremos es un gobierno que establezca una política económica en beneficio del pueblo", dijo, por su parte, el secretario general de la Central General de Trabajadores, Mariano Mena.

La política económica de Pérez Balladares, basada en las privatizaciones, reformas de las leyes laborales e impositivas y la eliminación y reducción de aranceles de importación, ha sido rechazada con dureza por los sindicatos, los industriales y los productores agropecuarios. (FIN/IPS/sh/mj/ip/98

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