El gobierno de Nicaragua respalda un proyecto de inversionistas privados para mejorar la navegabilidad del río San Juan, que hoy es escenario de un conflicto fronterizo con Costa Rica.
El proyecto EcoCanal, que dragaría el río San Juan a dos metros de profundidad a un costo de 50 millones de dólares, prevé la rehabilitación de esa vía fluvial para las exportaciones de Nicaragua hacia Estados Unidos y Europa, con la localidad de San Juan del Norte, frente al mar Caribe, como puerto de salida.
EcoCanal podría inaugurarse en el 2001, antes del fin del período de gobierno de Arnoldo Alemán. El proyecto fue expuesto semanas atrás al presidente y a su gabinete económico, que "lo vio con mucha simpatía", dijo a IPS el presidente del Banco Central de Nicaragua, Noel Ramírez.
"Es un proyecto que permite una salida al Atlántico bastante eficiente. Ellos tienen todo el apoyo del gobierno para seguir adelante", agregó Ramírez.
"Es un proyecto interesante, factible. Estamos en proceso de abrir la compañía a inversionistas interesados. Tenemos un paquete bastante atractivo", aseguró a IPS Tim Coone, director técnico del proyecto, a cargo de una firma que preside el ex ministro de Cooperación Externa, Erwin Krügger.
El río San Juan, con 200 kilómetros de extensión, constituyó la principal vía marítima comercial de Nicaragua al exterior hasta comienzos de este siglo, cuando se construyó el canal de Panamá.
El canal sepultó la ruta a través del río San Juan, por el que en 1854 pasaron más de 23.000 pasajeros que viajaban de una costa a otra de de Estados Unidos.
Esa ruta también servía como ruta de salida para las principales exportaciones nicaragüenses de la época, como añil, palo de Brasil, cueros, carey y otros productos.
Hoy, los promotores del proyecto proponen reactivar esta ruta para exportar café, banano, azúcar, y otros productos a los mercados norteamericanos y europeos, y ahorrar así los costos de transporte terrestre.
"Los principales inversionistas de capital social podrían ser los usuarios del EcoCanal, es decir los exportadores, así como grupos empresariales locales e inversionistas de fondos de pensión y de la Bolsa de Valores", dijo Coone.
El río San Juan ha sido objeto de conflictos y controversias entre Costa Rica y Nicaragua, que lo tienen como límite, desde la independencia de ambas naciones en 1821, debido a su potencial comercial y marítimo.
En 1888, se reafirmó a través del Laudo Cleveland que a Costa Rica solo le corresponde el derecho a la navegación con fines de comercio de mercaderías.
Costa Rica, que reconoce la soberanía de Nicaragua sobre el río, aspira a que sus policías puedan navegar armados por el río para abastecer los puestos de observación en su rivera.
Mientras, Nicaragua exige que lo hagan desarmados o acompañados en su embarcación por militares nicaragüenses. De lo0 contrario, advirtió el gobierno de Alemán, los arrestará.
"La mayoría de las exportaciones nicaragüenses son transportadas vía terrestre hacia Puerto Cortez, en Honduras, y Puerto Limón, en Costa Rica", comentó Coone.
Eso encarece las exportaciones nicaragüenses, pues el costo promedio de ese viaje en camión es de 1.000 dólares por contenedor. La ruta por el río San Juan podría reducir los costos de transporte en más de 400 dólares por contenedor, según los promotores de EcoCanal.
"Nicaragua está en considerable desventaja frente a sus vecinos en la atracción de inversiones, y significa que los nuestros exportadores no pueden competir los del resto de América Central", indicó Coone.
En una primera fase, que podría estar concluida en el 2001, la empresa se propone dragar el río San Juan en las zonas donde se ubican bancos de arena y rápidos, así como construir un sistema de dos esclusas y siete compuertas de navegación.
A dos metros de profundidad podrían navegar barcazas de hasta 1.500 toneladas, las que serían empujadas por remolcadores con una potencia de hasta 1.500 caballos de fuerza, dijo Coone.
Esas barcazas, de doble vía, transportarían granos, aceites, y otros productos de Granada a San Juan del Norte, y de ahí hacia los principales puertos de Estados Unidos y Europa.
Con ese sistema, podrían llegar a mover en la primera fase alrededor de 1,5 millones de contenedores o 50 millones de toneladas de carga por año, con lo cual se superaría las exportaciones e importaciones totales nicaragüenses.
En una última fase, y con mayor capital, los inversionistas proponen dragar el río hasta una profundidad de tres metros, lo cual facilitaría la navegación de barcazas de mayor capacidad.
Para contribuir a la sustentabilidad del ecosistema, los inversionistas proponen que parte de las ganancias se reinviertan en los estudios e impulso de biocombustibles a ser utilizados por las naves que crucen el río San Juan.
Asimismo, contemplan impulsar la reforestación, apoyar el inventario forestal y estudios científicos sobre la fauna.
Sin embargo, la última palabra la dirán los estudios de factibilidad económica y ambiental que podrían relizarse a lo largo del próximo año, a un costo de unos dos millones de dólares. (FIN/IPS/rf/mj/ip tr/98
