El presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, recibió esta semana a su homólogo de Cuba, Fidel Castro en un gesto que habla por sí mismo contra la política de aislamiento al único país socialista del hemisferio occidental.
"No podemos hablar del Caribe, de Centroamérica, de esta unidad subregional sin tomar en cuenta la participación de Cuba", dijo Fernández, en declaraciones publicadas el jueves por la prensa cubana.
"Lo importante para Cuba es que no puede ser aislada en una situación de interdependencia a escala mundial", afirmó el mandatario dominicano, anfitrión entre el jueves y este sábado de la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del Foro del Caribe (Cariforo).
Fernández defendió la presencia cubana en cualquier mecanismo integrador caribeño e, incluso, su participación en el posible nacimiento de una alianza estratégica entre los países del Caribe y América Central.
Castro llegó la mañana del jueves a Santo Domingo para participar en la cumbre caribeña, junto con los mandatarios de los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) y al presidente de Haití, René Preval.
El presidente cubano cumplió además una invitación oficial de Fernández para visitar República Dominicana, solo cuatro meses después del reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre las dos islas, interrumpidas durante 38 años.
"El Caribe sin Cuba no está completo", afirmó el miércoles pasado el secretario de Estado dominicano, Max Puig, que aseguró que la presencia de líder cubano le imprimirá mayor trascendencia a la reunión subregional.
Cariforo es un mecanismo coordinador para la asistencia que brinda la Unión Europea (UE) a sus antiguas colonias de Asia, el Caribe y el Pacífico (ACP) a través de los convenios de Lomé.
La cumbre antecede el inicio a fines de septiembre, en Bruselas, de las negociaciones de un programa que sustituirá a la cuarta convención de Lomé y en las cuales Cuba participará en carácter de observador.
También se trabajó en la concertación de posiciones con vistas a la próxima cumbre de países de América Latina, el Caribe y la UE, prevista para mayo de 1999 en Rio de Janeiro.
El presidente dominicano dijo al diario cubano Granma, que responde al gobernante Partido Comunista, que existe una "nueva actitud regional" contra el aislamiento de La Habana y que, por ende, está invitada a participar en una alianza estratégica Centroamérica-Caribe.
La idea surgió en noviembre de 1997 durante una reunión, en Santo Domingo, entre Fernández, los presidentes centroamericanos y un representante del Primer Ministro de Belice, y será presentada durante las sesiones del Cariforo.
La alianza deberá ser "flexible" y abierta", que permita a los países del Caribe y América Central "establecer bases de negociación conjunta frente a terceros países", sin la creación de una nueva organización, aclaró Puig.
Santo Domingo ve esta propuesta como un paso importante que permitirá a estas naciones participar en el proceso de negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), de las cuales Cuba es el único país del continente excluido.
Expertos en La Habana estiman que la exclusión del ALCA, impuesta por la política de aislamiento decretada por Estatos Unidos contra Cuba, se compensará en la medida en que el gobierno de Castro logre su integración a mecanismos regionales.
La agenda del Cariforo incluyó entre sus objetivos privilegiados las deliberaciones sobre las próximas negociaciones de un acuerdo con la UE y la firma de un Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana y el Caricom.
La isla caribeña suscribió en abril un acuerdo similar con las naciones centroamericanas como parte de una política dirigida a estrechar los lazos comerciales, políticos y sociales.
Sobre las aspiraciones de los países ACP en sus relaciones con Europa, Puig señaló que se desea el mantenimiento y hasta la ampliación de todos los beneficios que se incluyen en el cuarto convenio de Lomé.
Pero, reconoció, "las condiciones del mundo de hoy hacen imposible esa pretensión por el nuevo tipo de relaciones que se han establecido".
A su juicio, la alternativa viable es "un estrechamiento de los lazos entre los propios países ACP y desarrollar acuerdos más profundos con la Unión Europea por lo que representa como principal conjunto económico del planeta". (FIN/IPS/da/mj/ip if/98
