El gobierno de Congo se prepara para recibir una invasión de refugiados de la vecina República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), donde lo que empezó como un movimiento insurgente se convirtió en una guerra que involucra a otros países de Africa Austral.
Brazzaville preparó siete sitios para albergar 10.000 refugiados, ante los intensos combates en las afueras de Kinshasa, que continuaron este viernes.
Tres de los campamentos se destinarían a congoleños que huyeron de Brazzaville durante una guerra civil de cinco meses el año pasado, y el resto a ciudadanos de RDC y otros países.
La guerra civil iniciada hace un mes por insurgentes que intentan desplazar al presidente de RDC, Laurent Kabila, quien acusó a Ruanda y Uganda de respaldar a los rebeldes. En apoyo de Kabila intervinieron tropas de Angola, Namibia y Zimbabwe.
El Departamento de Asuntos Humanitarios de la Organización de las Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y organizaciones no gubernamentales colaboran con Brazzaville para recibir a los refugiados.
Delphine Kibakidi, de la Cruz Roja, dijo que el CICR está lista para entregar alimentos, frazadas y utensilios a los desplazados por la guerra en Kinshasa, situada frente a Brazzaville en la orilla opuesta del río Congo.
Mac Adams, coordinadora de la oficina en Brazzaville del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), dijo que las agencias y el gobierno se reúnen desde mediados de agosto.
Refugiados de RDC se presentaron en Loukami, a pocos kilómetros de Brazzaville, en las villas de la isla Mbamou en el río Congo, y en partes de la región sur de Niari, en la frontera con RDC.
Unos 230 soldados franceses y 120 británicos están desplegados en el Aeropuerto Internacional Maya Maya en Brazzaville para evacuar a expatriados que intentan dejar RDC. Fuentes militares dijeron que las fuerzas tenían fines humanitarios y no intervendrían en los asuntos de RDC.
Según fuentes en Kinshasa, sólo aviones belgas están autorizados a evacuar ciudadanos occidentales. Unos 500 volvieron a sus países de origen desde Brazzaville desde el comienzo del conflicto el 1 de agosto.
Las fuerzas que luchan contra Kabila incluyen a personas que participaron en la rebelión de la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación (AFDL) de Congo-Zaire que en mayo de 1997 desplazaron al fallecido dictador Mobutu Sese Seko.
Las fuerzas se sumaron a una nueva alianza, el Consejo Congoleño para la Democracia (RCD), presidido por el profesor universitario Ernest Wamba Dia Wamba y Arthur Z'ahidi Ngoma, ex funcionario de las Naciones Unidas.
Pero la guerra adquirió carácter internacional. Un abortado esfuerzo de mediación de la Comunidad para el Desarrollo de la Comunidad de Africa Austral (SADC) fue seguido de la decisión de Angola, Namibia y Zimbabwe para enviar tropas en ayuda de Kabila.
La medida produjo una quiebra en SADC, especialmente entre Zimbabwe, que optó por apoyar a Kabila, y Sudáfrica, que optó por la mediación.
Este viernes continuaban intentos combates en Kinshasa, donde el jueves una ofensiva de fuerzas de Kabila y soldados de Angla, Namibia y Zimbabwe logró impedir que los insurgentes tomaran el aeropuerto. (FIN/IPS/tra-en/lm/lpo/nrn/kb/lp/ip/98