La decisión de varios países de Africa austral de enviar tropas y armas para apoyar al gobierno de Laurent Kabila en la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) sienta un peligroso precedente, advirtieron analistas políticos.
Los miembros de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC) que se reunieron por dos días en Harare decidieron enviar tropas u otra forma de asistencia a la RDC, donde rebeldes banyamulenges intentan derrocar a Kabila, anunció en la noche del martes el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe.
La medida tiene por finalidad salvar vidas en la RDC, que pertenece a SADC, de 14 miembros, destacó Mugabe por cadena de televisión. Mugabe es el presidente del órgano de Defensa y Seguridad de la Comunidad.
Pero Sudáfrica, la nación más poderosa de la región y actual presidente de SADC, sólo envió un funcionario de bajo rango a la reunión de Harare, y el presidente Nelson Mandela aclaró que su país no acordó participar en ninguna operación militar en la RDC.
"Nuestra actitud es clara con respecto a este problema. No queremos empeorar la situación enviando una fuerza militar", declaró a la prensa en Pretoria.
Analistas regionales opinaron que los gobiernos de SADC que se reunieron en Harare adoptaron una medida desafortunada y peligrosa.
Greg Mills, director del Instituto Sudafricano de Asuntos Africanos, advirtió que esos países se colocaron en una situación difícil al respaldar a Kabila, quien "carece de un programa válido de gobierno".
"El problema con Kabila es que fue instalado por Ruanda y Uganda en el este, Angola en el oeste y fuerzas contrarias a Mobutu (Sese Seko, el dictador depuesto por Kabila) en el antiguo Zaire. Además, desde que asumió la presidencia no tuvo una buena actuación", agregó Mills.
Digby Waller, economista de defensa del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres, señaló que "se ha producido una riesgosa situación".
"Cualquier cosa podría ocurrir en términos de alianzas regionales, especialmente si UNITA (los rebeldes de Angola) toma las armas nuevamente", advirtió.
"Las Naciones Unidas deberán, tarde o temprano, ser convocadas a las negociaciones, ya que ninguna de las organizaciones regionales tendrá la fuerza suficiente para detener los combates", dijo Waller a IPS.
Los rebeldes del Movimiento Congoleño por la Democracia ya rechazaron los llamados a un cese del fuego y advirtieron que sólo se detendrán una vez que hayan capturado Kinshasa, la capital de la RDC.
La decisión de ayudar a Kabila también puso de relieve una división dentro de SADC sobre el manejo del conflicto en la RDC, en especial entre Zimbabwe y Sudáfrica, los dos miembros más poderosos, destacó un analista económico de Zimbabwe.
"El bloque económico de SADC está a punto de desintegrarse a causa del miembro más joven del grupo, la RDC", advirtió. (FIN/IPS/tra-en/lm/pm/ml/ip/98