Los países donantes, en especial Estados Unidos, deben aumentar su financiación de programas de control de la población en el exterior, sostuvo la institución de investigación RAND Corporation.
Un estudio presentado esta semana por la organización, con sede en California, Estados Unidos, afirma que, pese a avances en la reducción de las tasas de natalidad, en especial en el este de Asia y América Latina, los programas de anticoncepción aún no satisfacen la demanda, en especial en países en desarrollo.
El informe de RAND Corporation, conocida por su trabajo para el Pentágono (Departamento de Defensa) y agencias de inteligencia estadounidenses, fue financiado en parte por el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP).
Cuando el Congreso reanude sus sesiones el mes próximo, tendrá que decidir sobre proyectos de ley de ayuda exterior, incluyendo dinero para pagar la deuda con la Organización de las Naciones Unidas y para aumentar los recursos del Fondo Monetario Internacional, enfrentado a la crisis financiera asiática.
Incluida en esos proyectos, sin embargo, hay una disposición respaldada por republicanos que restringiría la asistencia de Washington a programas de planificación familiar en el exterior que ya han sido reducidos.
Estados Unidos ha sido históricamente el mayor donante individual de programas de planificación familiar en países en desarrollo.
Fuerzas antiabortistas afirman que respaldarán el proyecto de ayuda al exterior si Clinton niega fondos a grupos internacionales de planificación familiar que presionan a los gobiernos para aliviar las leyes contra el aborto, aunque para hacerlo utilicen su propio dinero.
Las leyes existentes impiden que Washington financie abortos en el exterior.
Haciéndose eco de argumentos de los impulsores de la planificación familiar, el estudio de RAND alega que un mayor acceso a la anticoncepción -el centro de los programas de población de Estados Unidos- reduce la demanda de abortos.
El estudio presenta datos de países tan diversos como Hungría, Corea del Sur, Rusia y Kazajstán revelan reduccciones en el número de abortos precisamente cuando se expanden los servicios de contracepción.
Un estudio de 1998 en dos distritos de Bangladesh, según el informe, revela que el distrito en que hubo programas de planificación familiar más eficaces tuvo menor número de abortos.
Aunque este argumento logró poco entre las fuerzas antiabortistas en el pasado, el hecho de que el propio RAND decidió sumarse al debate demográfico, e incluso lanzar un nuevo programa de investigación, podría influir en el debate en el Congreso.
En su introducción al estudio de 79 páginas, titulado "El valor de los programas de planificación familiar en los países en desarrollo", RAND sugiere que su reputación de análisis racionales sobre temas de defensa y política exterior debería marcar una diferencia.
El informe destaca que los países en desarrollo brindan entre 60 y 75 por ciento de los fondos disponibles para la planificación familiar.
Pero la financiación y ayuda técnica de países donantes, en particular Estados Unidos, afirma, "han sido cruciales para el éxito pasado de los programas de planificación familiar y son igualmente importantes para fortalecer y expandir los esfuerzos de los programas para enfrentar futuros desafíos".
Aunque la fertilidad mundial cayó de cinco niños por pareja a unos tres desde 1960, el mundo aún agrega 80 millones de personas cada año, equivalentes a agregar un país del tamaño de Alemania.
La mayoría de ese aumento tiene lugar en los países de Africa subsahariana y Asia meridional, que son los que menos pueden cubrir los costos. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/lp/pr/98