Los exportadores de petróleo que otean el horizonte ansiando un repunte de precios, tuvieron esta semana más señales negativas que positivas, pese a que las cotizaciones subieron algunos centavos respecto al cierre del viernes 14.
El viernes 28 se realizaría un encuentro de los ministros de Arabia Saudita, México y Venezuela para analizar los motivos por los cuales los mercados reaccionaron a la baja tras los esfuerzos promovidos por esos países desde marzo para apuntalar los precios.
"Estudiaremos las percepciones de cada uno de lo que está sucediendo y qué otras variables están impactando los precios del petróleo", comentó este viernes a una radioemisora venezolana desde su país el viceministro mexicano de Petróleo, Jorge Chávez.
México será el anfitrión del encuentro en que no se tomará ninguna iniciativa de un nuevo recorte productivo, ni tampoco se analizará el abandono de las restricciones voluntarias que cada uno realizó en abril y julio para impulsar los precios, comentó Chávez.
El viceministro dijo que no está decidido aún el lugar de México donde se realizará la reunión ni está totalmente confirmada la fecha, aunque la decisión es que sea la próxima semana.
El Ministerio de Energía de Venezuela indicó que los crudos marcadores del mercado cerraron esta semana con una mejoría microscópica respecto a la semana prevía, debido a la inestabilidad general que provocó la devaluación rusa y el ataque de Estados Unidos contra Afganistan y Sudan.
El barril del tipo Brent del Mar del Norte cerró la semana en 11,97 dólares, frente a los 11,45 dólares de la semana anterior y el marcador estadounidense, el West Texas Intermediate, en 13,31 contra 13,15 dólares del viernes 14.
La cesta de siete crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se cotizó al concluir la semana en 11,74 dólares el barril, frente a los 11,6 dólares del viernes anterior, y el coctel venezolano a 9,83 dólares, en lugar de los 9,68 dolares de ocho días antes.
Este viernes las cotizaciones volvieron a bajar respecto a su recuperación del jueves, cuando los operadores consideraron que los ataques contra Afganistán y Sudán podían llegar a afectar los suministros de los exportadores del Golfo.
Los precios cerraron a sus niveles más bajos en cerca de 10 años, después que en promedio han caído en 24 por ciento durante 1998 y en 32 por ciento desde que estalló la crisis asiática y la demanda petrolera se contrajo.
Un elemento crítico adicional radica en que la cotización para la venta en octubre de los diferentes crudos está casi igual a la actual, cuando los productores esperaban en ese cuarto trimestre un alza neta que compensara en parte las pérdidas del año.
Se calcula que los 11 miembros de la OPEP perderán en conjunto 50.000 millones de dólares por la caída de precios durante 1998.
El ministro de Energía venezolano, Erwin Arrieta, precisó que este país no bajará ni un barril más su producción, tras el corte de 525.000 barriles diarios al que se ha comprometido, pero defendió el control de la sobreoferta, al indicar que "hay que pensar que hubiera pasado con los precios sin esta medida".
En conjunto, los países de la OPEP se comprometieron a reducir su producción en 1,6 millones de barriles diarios respecto de su extracción de marzo, y otro grupo de exportadores independientes encabezados por México en 500.000 barriles adicionales.
Pero supervisores independientes del mercado indican que la reducción real está cerca de un millón de barriles diarios por debajo de ese compromiso.
Fuentes vinculadas al ministro Arrieta comentaron que la mayoría de los países cumplió los primeros recortes concertados, pero dejó de hacerlo con los compromisos adicionales adquiridos en junio, al ver caer los precios impasibles al esfuerzo. (FIN/IPS/eg/ag/if/98