PERU: Renuncia de jefe militar presagia acuerdo con Ecuador

El sorpresivo y calmado relevo del jefe de las Fuerzas Armadas de Perú, general Nicolás Hermoza, es el preludio de una solución pacifica y diplomática en el conflicto de este país con Ecuador, según analistas independientes.

Esta interpretación se basa en la simultaneidad del relevo de los jefes militares de Ecuador y Perú y en las casi inmediatas expresiones de aprobación emitidas por el gobierno de Estados Unidos por los pases a retiro de las cúpulas militares en ambos países.

Hermoza era considerado uno de los comandantes peruanos más inclinados a resolver el conflicto territorial con Ecuador a través de una solución militar. Su salida le da al presidente Alberto Fujimori mayor capacidad de maniobra y flexibilidad en la negociación diplomática en curso.

El reconocimiento de los oficiales del Ejército del mando del nuevo Presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general César Saucedo, diluyó la tensión militar que se produjo el jueves, al igual que la presencia del propio Hermoza en el acto de relevo.

Estados Unidos, Argentina, Brasil y Chile conforman la comisión que detuvo la guerra entre Ecuador y Perú en 1995 y que promueve soluciones pacíficas a los dos principales problemas entre ambos países: la demarcación inconclusa de 69 kilómetros de frontera y la navegación por el Amazonas.

El cese de Hermoza, anunciado el jueves, provocó desconcierto político y tensión militar, pues era considerado, junto con Fujimori y el jefe del Servicio de Inteligencia, el abogado Vladimiro Montesinos, uno de los integrantes de un virtual triunvirato en el gobierno.

La tensión militar fue breve y se expresó en el resguardo extraordinario del Palacio de Gobierno con tanques e infantes de la marina de guerra, que siguieron apostados allí hasta las primeras horas de la tarde de este viernes.

Los analistas tienden a considerar que el relevo simultáneo de los jefes militares de Ecuador y de Perú fue promovido por Washington, y tal vez concertado en la reunión que sostuvo el sábado Fujimori con su par de Ecuador, Jamil Mahuad, en Asunción.

"Si esto es cierto, los dos presidentes han decapitado a sus 'halcones' para crear mejores condiciones en sus respectivos países, proseguir las negociaciones diplomáticas y establecer la primacía del gobierno civil", comentó el ex parlamentario izquierdista Manuel Benza.

La designación de Saucedo, hasta este jueves Ministro de Defensa, refuerza la posición del Montesinos, a quien está muy vinculado.

Los políticos oficialistas y opositores que se han pronunciado hasta este viernes aprueban el pase a retiro de Hermoza, por diferentes motivos.

El presidente del Congreso y líder de la bancada oficialista, Victor Joy Way, expresó que "Hermoza cumplió brillantemente su ciclo, contribuyó a derrotar a la subversión y dirigió el ejercito durante la guerra de 1995", y aseguró que "su salida no tiene significacion política especial".

"El relevo de Hermoza podría significar el retorno a la legalidad institucional militar, alterada cuando el presidente Fujimori decidió mantenerlo en el cargo en 1992, año en el que debió pasar a retiro por tiempo cumplido de servicio", dijo el parlamentario opositor Fernando Olivera.

"El general Hermoza fue mantenido irregularmente en el mando supremo del Ejército despues de que participó en el llamado 'autogolpe de Fujimori', el 5 de abril de 1992, cuando el parlamento fue disuelto e intervenido el Poder Judicial", recordó Olivera.

Despues del "autogolpe", Fujimori se comprometió ante la Asamblea de la Organización de Estados Americanos a realizar a un referendo para modificar la Constitución y convocar nuevas elecciones parlamentarias, compromisos que cumplió luego.

El general Rodolfo Robles, destituido en 1993 después de condenar violaciones de derechos humanos y de rehusarse al exilio dorado de una agregaduría diplomática en Washington, dijo que "Hermoza era un tapón que no permitiía la natural renovación de los mandos y truncaba las aspiraciones de los demás oficiales".

El anuncio del cese de Hermoza dejó a los periodistas tiempo suficiente para ser testigos de su salida de la sede de Gobierno, hasta cuya puerta salió acompañado de Fujimori, quien le agradeció su apoyo y le concedió el privilegio de escuchar, por última vez, el saludo de la guarnición militar de palacio.

A pesar de esta cortés invitación, el resguardo del Palacio Presidencial efectuado por la infantería de marina revela, tal vez, una precaución ante la posibilidad de que Hermoza pretendiera permanecer en el cargo.

En diciembre, cuando surgieron las primeras evidencias de un resquebrajamiento del triunvirato Fujimori-Hermoza-Montesinos y parecía que el general tendría que irse a casa, Hermoza movilizó a sus subalternos, que se reunieron en Lima para respaldarlo.

Desde entonces, el general mantuvo un perfil bajo. Se consideraba que se había distanciado de Fujimori, pero que el presidente no estaba en condiciones de sacarlo del poder, oportunidad que parece haber encontrado ahora. (FIN/IPS/al/mj/ip/98

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