El relevo del Comandante del Ejército de Perú, general Nicolás Hermoza, parece fortalecer al ya poderoso jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Vladimiro Montesinos, y abre interrogantes sobre el papel político de los militares en el futuro próximo.
Los analistas se preguntan si el nuevo jefe del Ejército, general César Saucedo, se convertirá en un caudillo político como su antecesor y lo reemplazará en el triunvirato que de hecho gobernaba en Perú.
En 1992 surgió en el país un triunvirato virtual, integrado por Fujimori, Hermoza y Montesinos, cuando el presidente dio un singular golpe de Estado desde el poder, disolvió el parlamento, en el que no tenía mayoría, y convocó a elecciones legislativas.
"Como un trípode, los tres se apoyaban entre sí y tenían sus respectivas áreas de soporte e influencia", comenta el sociológo Francisco Loyza, ex miembro del SIN y autor de un libro inédito sobre las actividades políticas de los servicios de inteligencia.
"La cosa funcionaba más o menos bien en base al respeto a sus jurisdicciones, aunque a veces se pisaban los pies en temas de espacio compartido, como las relaciones con Ecuador".
Desde 1992, Fujimori cuenta con una amplia mayoría en el parlamento, que le permite imponer sin restricciones su programa de gobierno, pero entró en una relativa dependencia respecto de los otros dos miembros del triunvirato.
Sin un partido propio, el principal soporte político del mandatario son las Fuerzas Armadas, pero a su vez el SIN es el instrumento que le permite controlar a su aliado militar, mediante el manejo de ascensos y designaciones de destino.
Hermoza tuvo autonomía en los asuntos militares, que incluyen los gastos logísticos y parte de la lucha contra el narcotráfico, en tanto que Montesinos extendió su influencia a través del Ministerio del Interior y el Poder Judicial.
En los últimos 19 meses, el presidente no pudo modificar en varias oportunidades algunos excesos contra los derechos civiles y la libertad de prensa cometidos por sus socios en el poder, pese a comprometerse públicamente,.
Por ejemplo, Fujimori intercedió sin éxito a favor de Baruch Ivcher, a quien le fue quitado el control de su canal de televisión después que reveló los ingresos de Montesinos y denunció que una agente de inteligencia militar había sido torturada por su jefes hasta dejarla prácticamente inválida.
A cuatro días de asumir el cargo, las primeras disposiciones adoptadas por el nuevo jefe del Ejército sugieren que está consolidando una estructura de mando respaldada en oficiales vinculados a los servicios de inteligencia.
En consecuencia, los analistas consideran que la caída de Hermoza ha fortalecido a los servicios de inteligencia sobre el sector civil del gobierno, ejercido por Fujimori.
Esta impresión es generada no sólo porque a Saucedo se lo considera próximo al SIN, sino también porque está colocando en los puestos claves a generales egresados de la Escuela Militar en 1966, conocida como "Promoción Montesinos".
Como jefe de la División Bindada con sede en Lima, la unidad de mayor poder de fuego cerca del palacio de gobierno, fue nombrado el general de brigada Luis Cubas, cuñado de Montesinos.
Edmundo Cruz, jefe de la Unidad de Investigación del diario opositor La República, señala que Saucedo ya ha realizado 15 cambios en los mandos del ejército, y la mayoría de los nuevos oficiales designados pertenecen a la "Promoción Montesinos".
"Cuatro de las seis regiones militares que componen la estructura del Ejército están bajo control de generales vinculados al jefe del SIN", asegura Cruz. (FIN/IPS/al/ag/ip/98
