El presidente de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy, finalizará el sábado su mandato acosado por problemas políticos y una crisis bancaria no resuelta, mientras admite que los nuevos gobernantes intentarán encarcelarlo apenas abandone el cargo.
Una cadena de demandas judiciales se desatará una vez que Wasmosy transponga la puerta del edificio del Banco Central, el lugar en que entregará la banda presidencial al presidente del parlamento, pues su sucesor no admite recibirla de sus manos.
Wasmosy dijo el lunes, en la última de sus intervenciones semanales por radio, que es consciente que deberá enfrentarse a denuncias estimuladas por el deseo de "venganza" de sectores del gobernante Partido Colorado alineados junto al presidente electo Raúl Cubas.
Cubas reemplazó como candidato colorado a Lino Oviedo, quien fue inhabilitado para presentarse a las elecciones del 10 de mayo al ser condenado a 10 años de prisión por tentativa de rebelión en abril de 1996.
Oviedo, que también perdió su condición de militar, no podrá ser indultado por su aliado Cubas, pues una ley votada por el Congreso legislativo saliente obliga a todo sentenciado a cumplir la mitad de la condena antes de ser beneficiado por la gracia del Poder Ejecutivo, prevista en la Constitución de 1992.
Las denuncias contra Wasmosy comenzaron a ser radicadas ante el Poder Judicial por mala administración de los fondos del estatal del Instituto de Previsión Social en el salvataje de más de 30 entidades financieras, que han venido cayendo desde mayo de 1995.
Wasmosy, a quien el dictador Alfredo Stroessner (1954-1989) otorgó la construcción de la represa brasileño-paraguaya de Itaipú, es acusado en el Congreso de convalidar una deuda "espuria" de 4.000 millones de dólares en esa empresa binacional, generada por subsidios tarifarios que beneficiaron a Brasil.
Wasmosy pidió un rápido dictamen a la Corte Suprema de Justicia para que interprete desde qué momento será senador vitalicio, una categoría que la Constitución reserva a los ex presidentes.
Pero la Corte Suprema se limitó a responder que sólo podrá pronunciarse cuando haya un caso en el que se deba juzgar si un acusado tiene inmunidades.
El presidente saliente fue informado por sus asesores de la intención del equipo de gobierno de su sucesor de detenerlo en cuanto termine de despedirse de los invitados extranjeros que lo saludarán al dejar el poder.
Por eso pretendía jurar como senador vitalicio inmediatamente después de dejarlos símbolos del Poder Ejecutivo en manos del presidente del Congreso, Luis González Macchi, y antes de que Cubas realice el juramento de rigor.
Las principales acusaciones que penden contra Wasmosy se refieren a supuesto favoritismo en la concesión de obras públicas a empresas de las que él es accionista o en las que mantienen intereses algunos miembros de su gabinete.
El economista independiente Ricardo Rodríguez Silvero, director del Instituto Euro América, dijo que los últimos tres años han sido los peores en el manejo macroeconómico en la historia del Paraguay.
La deuda externa aumentó a 1.400 millones de dólares y tras varias emisiones de bonos internos, el endeudamiento público supera los 2.000 millones.
Mientras, las reservas internacionales cayeron de 1.187 millones de dólares en mayo a 776 millones en julio, debido al salvataje financiero y al respaldo otorgado al guaraní, la moneda nacional.
El dólar se cotizaba en diciembre a 2.200 guaranies y esta semana llegó a 2.850. La inflación, situada en seis por ciento el año anterior, en los primeros siete meses de este año aumentó 11 por ciento.
Antes de retirarse, Wasmosy quiere incrementar entre 10 y 15 por ciento el salario mínimo nacional, ubicado en 207 dólares por mes. El salario mínimo es la paga de 47 por ciento de la población económicamente activa, pero el beneficio sólo alcanzará a 20 por ciento, pues el resto son trabajadores informales.
Así mismo, el efecto de ese aumento será efímero, pues el gobierno saliente acaba de devolver favores electorales a las empresas de transporte urbano, decretando un incremento de 21 por ciento de los pasajes.
La actual administración también deja dictamen positivo para que su sucesor proceda a subir 15 por ciento las tarifas de electricidad, agua y teléfono.
Un capítulo aparte merecerá el combustible. Pese a la caída del precio internacional del petróleo, la empresa estatal Petropar asegura tener pérdidas cuantiosas por la apreciación del dólar y la congelación de sus tarifas, dispuesta por el gobierno en la etapa electoral.
Los técnicos que colaborarán con Cubas gestionan ante el Fondo Monetario Internacional un préstamo de contingencia de 300 millones de dólares para fortalecer las reservas internacionales, que han caído por debajo del monto en circulación.
Wasmosy presidió el martes la inauguración de un aeropuerto -el quinto en pocas semanas- en el departamento de San Pedro. Sus detractores critican la inauguración de obras sin terminar y, en efecto, no se ha realizado todavía el llamado a licitación para equipar a las cinco nuevas terminales aéreas.
Mientras, los aviones comerciales paraguayos no pueden aterrizar en Estados Unidos, porque Paraguay está en la última categoría internacional, al igual que Uganda, por falta de obras y radares en su aeropuerto internacional, que a fin de año podría ser inhabilitado.
En su último mes, Wasmosy también inauguró carreteras aún no terminadas, y un gigantesco hospital militar, del cual sólo funcionan los ascensores, pues faltan las camas y equipos