PANAMA: Pobladores de sitio histórico se oponen a reubicación

La restauración del colonial barrio de San Felipe de la capital de Panamá, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1997, generó un grave conflicto con unas 600 familias pobres, que deben abandonar sus viejos inquilinatos a punto de derrumbarse.

"Estamos pidiendo que nos traten como personas dignas y decentes que somos, no como plagas que dicen que somos", dijo Sonia Castillo, quien reside en San Felipe desde hace 30 años, durante una protesta realizada por los vecinos.

Guillermina Aráuz, quien vive desde hace 50 años como inquilina en el deteriorado caserón 5-16 de esa barriada, indicó por su parte que los más afectados por el desalojo son sus hijos, que todavía estudian en el Instituto Bolívar de San Felipe.

Luego de varios años de estudios, la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) decidió el 6 de diciembre de 1997 incluir a San Felipe en la lista del patrimonio mundial.

En San Felipe, "toda la vida hemos vivido como un sancocho entre ricos, medianos y pobres, y ahora nos quieren sacar a los pobres para que sólo haya ricos", declaró Jaime Espumer, otro residente de la barriada.

El director del Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura (Inac), Sebastián Paniza, admitió que en efecto el futuro de San Felipe es ser un sitio de atracción turística, pero que eso "está supeditado a la inversión privada".

El 90 por ciento del conjunto monumental de San Felipe, levantado en su actual emplazamiento al pie del cerro Ancón por el gobernador español Antonio Fernández de Córdoba a partir de 1673, está en manos de inversionistas que desean hacer un buen negocio, según Paniza.

Luego de la decisión de la Unesco, los precios de venta de las casas de San Felipe "aumentaron vertiginosamente" por el interés turístico que tendrá el lugar, indicó un promotor de bienes raíces.

El 9 de agosto de 1997, el gobierno local estableció un régimen especial de incentivos para los inversionistas interesados en la restauración de los edificios de San Felipe.

Dentro de las 12 calles que componen el Monumento Histórico se encuentran la Catedral, la Plaza Catedral, las ruinas donde funcionó hasta 1777 la jesuita Universidad de San Javier y el Colegio Bolívar, donde en 1826 se realizó el Congreso Anfictiónico convocado por el libertador Simón Bolívar.

Según el historiador Alberto Osorio, el área de San Felipe "es un conjunto monumental con edificios religiosos en uso y en desuso", y un sitio de residencia y sede de varias instituciones políticas y culturales del país, entre ellas el Teatro Nacional.

El francés Ferdinand de Lesseps, constructor del canal de Suez e iniciador de las obras del de Panamá a fines del siglo pasado, fue uno de los ilustres residentes de San Felipe en una casa donde actualmente funciona la embajada de Francia, dijo Osorio.

Paniza aseguró que son los inversionistas y no el gobierno los que desean desalojar a los inquilinos, pues en poder del Estado sólo se encuentra un 10 por ciento de los edificios, ocupados por oficinas de la Presidencia, el Inac, el Teatro Nacional, el Ministerio de Gobierno, monumentos y edificios escolares.

En San Felipe residen actualmente alrededor de 12.000 personas, según el Ministerio de Viviendas.

El ministro de Viviendas, Rogelio Paredes, consideró que el problema no está planteado con todos los residentes que alquilan casas en San Felipe, sino con unas 600 familias que viven en casas que se encuentran a punto de derrumbarse y deben ser demolidas o remodeladas.

Pese a que las viviendas son de propiedad privada, el Ministerio de Viviendas ofreció a los inquilinos terrenos de 400 metros cuadrados en la ciudad de Arraiján, 13 kilómetros al oeste de la capital, para que construyan una vivienda propia.

Pero los desalojados no aceptan los terreno que les ofrecen porque carecen de calles, servicio de agua potable, alcantarillas y luz eléctrica, indicó José Araúz, vocero de un comité de residentes de San Felipe.

Araúz indicó que la fundación no gubernamental alemana Servicio de Investigación para la Comunidad (SIUC) ofreció un aporte de 60 millones de dólares para levantar una barriada de 3.000 viviendas destinada a alojar a los desplazados de San Felipe si el Estado panameño provee la tierra.

Esa barriada podría levantarse en unos terrenos estatales localizados detrás de la actual base aérea estadounidense de Howard, unos ocho kilometros al oeste de la capital, afirmó.

El representante de corregimiento (edil) de San Felipe, Rubén Vallejos, también propuso que se construya una barriada en ese mismo lugar para los desplazados, pero con fondos públicos y no de la SIUC.

Paredes prometió estudiar todas las propuestas para solucionar el problema, pero advirtió que se encuentra "en la encrucijada" de cumplir con los afectados y, al mismo tiempo, ofrecer "garantías a los inversionsitas que reconstruirán el barrio para hacer realidad el proyecto turístico".

"Tengo que buscar un balance entre los dos sectores porque no puedo afectar a uno y favorecer a otro", subrayó el funcionario. (FIN/IPS/sh/ag/pr-cr/98

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