Los 42 pequeños estados insulares en vías de desarrollo (PEID) plantearon ante la Organización de las Naciones Unidas la necesidad de un nuevo indicador económico que tenga en cuenta su vulnerabilidad a los desastres naturales.
Los PEID argumentaron que la existencia de este "indicador de vulnerabilidad" permitirá evaluar en forma más precisa la fragilidad de sus economías sometidas a huracanes, inundaciones, sequías, maremotos, terremotos y erupciones volcánicas.
El indicador también debería servir para demostrar la urgencia con la cual necesitan ayuda financiera y para el desarrollo por parte de agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos internacionales.
La propuesta, que se debate en este momento en la ONU, fue presentada justo cuando hay un aumento dramático de desastres naturales. El foro mundial entregó asistencia a 51 países para enfrentar 77 desastres y emergencias ambientales en los 12 meses anteriores a marzo de 1998.
"Es alarmante el crecimiento en el número y las dimensiones de las emergencias ambientales que se registran en el mundo", advirtió el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
De los 42 PEID, 31 son miembros de la ONU, y todos pertenecen a la Alianza de Pequeños Estados Insulares, que también respalda la propuesta para la creación de este nuevo indicador.
La Alianza rechaza el uso del ingreso por habitante como criterio para medir la fragilidad de sus economías, argumentando que este indicador no tiene en cuenta circunstancias especiales como "fragilidad ecológica" o "vulnerabilidad económica".
El resultado es que el ingreso por habitante califica a muchas naciones pequeñas como más ricas de lo que en realidad son. Por ejemplo a Maldivas, cuyo ingreso de 500 dólares por habitante la hace la más rica del sur de Asia, por encima de India, Pakistán o Sri Lanka.
Pero esta nación insular que vive de la pesca y el turismo está en serio peligro de extinción, ya que podría desaparecer en 20 años si se cumplen los pronósticos de elevación del nivel del mar a causa del calentamiento mundial atribuido al "efecto de invernadero".
Carlston Boucher, portavoz de la Alianza y embajador de Barbados, considera necesario respaldar en forma más decidida el trabajo técnico que se realiza para definir el mecanismo del indicador.
El Comité de Planificación para el Desarrollo de la ONU tiene a su cargo el estudio del indicador propuesto por los estados insulares, y en un informe presentado ante el Consejo Social y Económico (Ecosoc), hace una semana, consideró que aún no está listo para ser creado.
El embajador de Australia, John Crighton, quien también habló en nombre de Canadá ante el Ecosoc, lamentó que el Comité no hubiera cumplido su tarea original, que era la de valorar la utilidad del índice de vulnerabilidad al evaluar a los países.
Crighton dijo que sin duda la creación del indicador es una tarea compleja si se aspira a un mecanismo justo y equitativo, pero aún así urgió al Comité a proceder a su creación.
El Comité planteó que el indicador debería considerar el promedio de desastres naturales de los últimos 10 años, y diferencias entre "vulnerabilidad extrema, moderada y escasa".
"En este momento no es factible una medición comparativa de las pérdidas económicas causadas por desastres naturales, pero deberían recalcarse el significado de esas pérdidas y la importancia de calcularlas", señaló el Comité.
El indicador debería identificar los países que superan los límites de vulnerabilidad y quedan en situación de riesgo, para garantizarles una atención especial por parte de las agencias de ayuda de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lc-ml/dv-ip/98