El secretario (ministro) de Hacienda de México, José Gurría, aseguró hoy que el presidente Ernesto Zedillo será el único de los últimos mandatarios que gobernaron el país en terminar su gestión, en el 2000, sin crisis económica.
Equilibrio fiscal, endeudamiento manejable, ahorro interno en aumento, reservas internacionales fuertes, tipo de cambio libre, exportaciones crecientes y múltiples y un sistema bancario sano son los candados que cierran el paso a una nueva crsis, dijo Gurría.
El secretario de Estado afirmó frente a representantes de la prensa extranjera que México, la 14 economía más grande del mundo, terminará el 2000 con un equilibrio financiero sostenido, pronóstico respaldado por la mayoría de analistas y corredurías nacionales e internacionales.
Según Gurría, la fortaleza es tal que la crisis de Asia no impedirá al país mantener en el futuro un crecimiento de alrededor de cinco por ciento anual, suficiente para crear los 900.000 nuevos empleos que cada año requiere el país.
En los últimos cuatro períodos presidenciales sexenales, de 1970 a 1994, el mandatario entrante siempre debió adoptar un ajuste drástico para equilibrar la economía, el último tras la salida del presidente Carlos Salinas (1988-1994).
No obstante el crecimiento prometido para los próximos años, funcionarios, empresarios y analistas advierten que México tardará alrededor de 20 años en revertir parte de la pobreza que agobia a más de la mitad de los 96 millones de habitantes.
Otros observadores son menos optimistas y creen que "si nada sale mal", deberán pasar 40 años para que el país cambie su perfil de pobreza y se modifique la progresiva concentración del ingreso.
México es hoy uno de los países donde existe mayor abismo entre ricos y pobres, según el Banco Mundial.
Los principales partidos de oposición, el conservador Acción Nacional (PAN) y el centroizquierdista de la Revolución Democrática (PRD), sostienen que el país no van tan bien como lo pinta el gobierno y recuerdan que Salinas hablaba del mismo equilibrio antes del estallido de la crisis.
Gurría manifestó que los problemas del gobierno anterior se originaron en un excesivo endeudamiento a corto plazo, desequilibrio fiscal, falta de ahorro interno, pocos controles al manejo de los bancos y una estrategia para contener el tipo de cambio a través del uso de reservas internacionales.
Hoy, el déficit en las finanzas no pasa de 1,5 ciento a pesar de la caída de los precios del petróleo, el endeudamiento total representa 40 por ciento del producto interno bruto y 86 por ciento de las exportaciones corresponen a manufacturas, expresó el secretario.
Gurría destacó que el bajo déficit fiscal es, tras la aplicación de tres recortes presupuestarios este año, uno de los más bajos del mundo.
El endeudamiento es el menor de todos los países del área Asia- Pacífico, dijo el funcionario, quien recordó respecto de las exportaciones recordó que el petróleo representaba hace 15 años más de 70 por ciento de la canasta exportable.
Otros elementos que permiten a Gurría afirmar que no se repetirá una crisis son el ahorro a largo plazo, en aumento gracias a la creación de los fondos privados de retiro, las reservas internacionales fuertes y el tipo de cambio libre.
Además, hay un sólido esquema de supervisión de bancos que garantiza su funcionamiento, luego de la "quiebra técnica que sufrieron en 1994 y 1995", declaró el secretario de Hacienda a los corresponsales.
Gurría lamentó que los partidos de oposición, que desde 1997 son por primera vez mayoría en el Congreso, retrasen la conversión a deuda pública de los activos y pasivos resultantes del rescate bancario hecho por el gobierno de Zedillo.
Los opositores afirman que el gobierno quiere hacer pagar a la población el rescate de banqueros corruptos, ineficientes y en complicidad con empresarios y políticos del partido gobernante.
El PRD convirtió el rescate bancario en uno de sus principales caballos de batalla. Su estrategia llegó al punto de vulnerar las leyes del secreto bancario y a revelar esta semana, en medio de la protesta de empresarios, los nombres de 300 personas que recibieron que los últimos años préstamos importantes.
Gurría adviritó que el PRD puede ser sometido a juicio por revelar los nombres y afirmó que más de 90 por ciento del rescate bancario, que representó unos 67.000 millones de dólares (14 por ciento del producto interno) favoreció a los pequeños ahorristas y cuentahabientes.
Sostuvo además, que si el gobierno no intervenía y apoyaba a los bancos, como en en situaciones similares hicieron otros 130 países en los últimos 17 años, todo el sistema financiero habría quebrado.
El secretario de Estado explicó que la conversión del rescate a deuda facilita su manejo y renegociación y que cualquier caso de corrupción que se descubra será sancionado. Al momento hay 40 procesos penales en curso contra ejecutivos bancarios. (FIN/IPS/dc/mj/if/98
