El gobierno de Libia aceptó hoy una propuesta por la cual la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le suspenderá el embargo a cambio de la entrega dos supuestos terroristas para que sean juzgados en Holanda según las leyes de Escocia.
Estados Unidos y Gran Bretaña anunciaron el lunes su disposición a considerar la suspensión del embargo contra Libia a cambio de la entrega de Abdel Basset al-Megrahi y Lamen Khalifa Fhimah para su juicio en Holanda, aunque no aclararon si sería en la Corte Internacional de Justicia, en La Haya.
Ambos ciudadanos libios están acusados del atentado en 1988 contra el vuelo 103 de la compañía estadounidense Pan American sobre Lockerbie, Escocia, en el que murieron 270 personas.
Libia había enviado una carta al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, el eslovaco Danilo Turk, pidiéndole tiempo para estudiar el plan, pero este miércoles la cancillería anunció su aceptación.
La declaración de la cancillería no planteó condiciones, pero tampoco aclaró cuándo los acusados serán trasladados a Holanda.
Para presionar a Libia a aceptar el plan rápidamente, Gran Bretaña presentó al Consejo un proyecto de resolución ofreciendo la suspensión de las sanciones, que ya llevan seis años, para el caso de que Libia aceptara, y amenazando con castigos más duros en el caso contrario.
El proyecto de resolución estipula que la prohibición de viajes y las sanciones contra la compra de maquinaria para la industria petrolera "se suspenderán de inmediato si el secretario general de la ONU, Kofi Annan, informa al Consejo que los dos acusados viajaron a Holanda para ser sometidos a juicio".
Por otra parte, el proyecto establece que el Consejo debe "considerar medidas adicionales si los dos acusados no llegaron o comparecieron ante el juicio a tiempo".
Como una de las "medidas adicionales", Estados Unidos y Gran Bretaña consideraban aplicar un embargo petrolero contra Libia si no accedía a entregar a Al Megrahi y Fhimah, según trascendió.
Otros miembros del Consejo no estaban interesados en aplicar nuevas sanciones, sobre todo debido a la frustración provocada por la prolongación de la prohibición de viajes internacionales impuesta a Libia y el embargo contra Iraq, que ya lleva ocho años.
La oposición de Africa y el mundo árabe a las sanciones provocó la presión de la Organización de la Unidad Africana a favor del juicio en Holanda, así como la visita a Libia de gobernantes de la región, en infracción de la prohibición de viajes.
Diplomáticos del Consejo de Seguridad estiman que si el presidente libio Muammar Ghadafi no entrega a los sospechosos anulará la posibilidad de que se retiren las sanciones, aun cuando Francia y Rusia, dos de los cinco miembros permanentes del organismo, apoyan la posición de Trípoli.
Libia teme que los sospechosos puedan atribuir el atentado al gobierno. Al Megrahi, acusado de comprar varios artículos hallados en la misma maleta en que se encontraba la bomba que habría derribado al vuelo 103, pertenecería a una influyente familia libanesa con integrantes en la dirigencia del país.
Fhima es acusado de haber colocado la bomba en el avión de Pan American, en Malta.
En realidad, fueron Washington y Londres quienes se resistieron durante años a la idea de un juicio en un tercer país, lo que impulsó en 1992 al Consejo de Seguridad a imponer sanciones a Libia hasta que Trípoli entregara los sospechosos a Estados Unidos o Gran Bretaña.
En la primavera boreal, el canciller británico Robin Cook rechazó la idea de un juicio en Holanda porque, argumentó, un tribunal escocés no tendría competencia fuera de Escocia.
Pero el lunes, el embajador británico Stephen Gomersall y el enviado estadounidense Peter Burleigh anunciaron por carta a Kofi Annan que Washington y Londres idearon una fórmula que podría satisfacer a todas las partes involucradas.
"Será un tribunal escocés y se aplicará el derecho y el procedimiento escocés normal en todos los aspectos, excepto por la sustitución del jurado por un panel de tres jueces de la Suprema Corte escocesa", expresa la carta.
"Se aplicarán las normas de evidencia y procedimiento escocesas, y todas las garantías de un proceso justo que estipula el derecho de Escocia", agrega.
Si Al Megrahi y Fhimah son hallados culpables, tendrán una sentencia máxima de 30 años de prisión en Gran Bretaña. De ser absueltos, se les garantiza el retorno seguro a Libia. El acuerdo también incluye la traducción del proceso judicial al árabe y la visita de observadores internacionales. (FIN/IPS/tra-en/fah/kb/ml-aq/ip/98