Estados Unidos y Gran Bretaña anunciaron hoy su disposición a considerar la suspensión del embargo de la ONU contra Libia a cambio de que ese país entregue a dos supuestos terroristas para que sean juzgados por la Corte Internacional de Justicia.
Ambos ciudadanos libios están acusados del atentado en 1988 contra el vuelo 103 de la compañía estadounidense Pan American sobre Lockerbie, Escocia, en el que murieron 270 personas.
Funcionarios de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) confirmaron que Washington y Londres se pusieron en contacto este lunes con el secretario general Kofi Annan para anunciarle que aceptarían que los sospechosos, Abdul Basset al-Megrahi y Lamin Khalifa Fhimah, fueran juzgados por jueces escoceses en La Haya.
"Ambos gobiernos pidieron al secretario general que transmita la propuesta por carta al gobierno de Libia", confirmó Fred Eckhard, portavoz de la ONU.
"Así mismo, le solicitaron que le ofrezca al gobierno libio cualquier ayuda necesaria con relación a los arreglos para la transferencia de los dos acusados directamente a Holanda", agregó Eckhard.
Libia todavía no respondió oficialmente a la propuesta, la primera realizada por Londres y Washington sin ser la entrega incondicional de los sospechosos al gobierno de Gran Bretaña para ser juzgados en ese país.
La actual oferta es muy similar a la presentada en marzo por la Organización de Unidad Africana (OUA), que Libia anunció aceptaría.
La OUA y la Liga Arabe se esforzaron por presentar un acuerdo que pudiera conducir al levantamiento de la prohibición de vuelos y las sanciones económicas aplicadas a Libia por el Consejo de Seguridad de la ONU en 1992.
La iniciativa de marzo, enviada al foro mundial por medio del canciller de Zimbabwe, I.S. Mudenge, presentaba tres alternativas de juicio, incluido uno "conducido por jueces escoceses en la Corte Internacional de Justicia, de acuerdo con las leyes de Escocia".
Estados Unidos y Gran Bretaña rechazaron inicialmente la propuesta de la OUA. El canciller británico Robin Cook arguyó que un juicio en La Haya no podría ser conducido según la iniciativa de la OUA, dado que los jueces escoceses no tendrían jurisdicción legal fuera de Escocia.
Cook sugirió entonces a Annan que enviase inspectores a Escocia para verificar que un juicio de los libios en ese país sería libre y justo, y efectivamente lo verificó, pero Trípoli no quedó convencido.
Ahora, la nueva versión del arreglo de La Haya podría ser un intento por ver si Libia aceptaría en realidad un juicio para Al Megrahi y Fhimah o simplemente ha intentado ganar tiempo y socavar el apoyo a las sanciones. (FIN/IPS/tra-en/fah/ml/ip/98